La seguridad aérea es de interés público y afecta a toda la sociedad (Javier Aguado del Moral)


In times of universal deceit, telling the truth becomes a revolutionary act (George Orwell)


Cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo (Confucio)

jueves, 26 de febrero de 2009

ACCIDENTE AÉREO EN AMSTERDAM




Otra vez tenemos que lamentar un accidente aéreo. ¿Casualidad? No, simplemente se trata de decenas de miles de aviones despegando y aterrizando a diario en todo el mundo. Por eso las normas de aviación civil son tan estrictas y han sido elaboradas bajo una premisa fundamental: la seguridad. No la economía o el txanxtxuyo (la versión aeronáutica aplicada al Aeropuerto de Madrid-Barajas del chanchullo), sino la seguridad.

Por eso, y no nos cansaremos de repetirlo: los señores de AENA y la Dirección General de Aviación Civil, personajes sin escrúpulos donde los haya, deberían tomar nota, porque si los accidentes e incidentes ocurren en aeropuertos que cumplen escrupulosamente todas las medidas de seguridad recogidas en los reglamentos internacionales de OACI, ¿qué puede esperarse en un aeropuerto, como el de Madrid-Barajas, que incumple sistemáticamente esas normas básicas de diseño y operación? La premisa básica bajo la que estos señores de AENA y la Dirección General de Aviación Civil operan el Aeropuerto de Madrid-Barajas no es la seguridad, ni siquiera la economía, es el txanxtxuyo.

El avión, un Boeing 737-800, con número de vuelo TK 1951 de Turkish Airlines y procedente de Estambul, que realizaba la maniobra de aproximación a la pista 18R (esperemos que el destino no nos tenga preparada una mala pasada) se estrelló a unos 5 kilómetros del Aeropuerto Amsterdam-Schiphol y se ha rompió en tres. Los restos quedaron a unos 100 metros de una autopista.
En el avión viajaban 128 pasajeros y siete tripulantes. Nueve personas han muerto y más de 86 han resultado heridas, seis de los cuales se encuentran en estado crítico y otros 25 se encuentran en estado grave.

Los expertos sostienen que las condiciones meteorológicas no contribuyeron al accidente. La mañana gris y con neblina no entorpecía la labor del personal de Schiphol, el quinto aeropuerto más transitado de Europa. El Boeing 737 (un aparato con siete años de antigüedad) tampoco parecía presentar problemas, de hecho fue sometido a labores de mantenimiento por parte de las autoridades de la aviación civil el 22 de diciembre de 2008. Sin embargo, hacia las 10.30 de ayer el personal de la torre de control señaló que "había desaparecido un avión" de las pantallas. El aparato de empezó entonces a planear como si se le hubieran parado los motores y "cayó del cielo a plomo", según explicó el responsable del Consejo de Seguridad que investiga las causas de los accidentes en Holanda.

La investigación de las causas del accidente ya ha comenzado tras recuperarse de los restos del aparato las cajas negras. No se han confirmado las especulaciones que indicaban que el avión se había quedado sin combustible, razón que explicaría porqué el avión no se incendió en el impacto. También precisar que, según declaró el presidente de la compañía, el comandante era un piloto experimentado.

Aparte del riesgo que supone que el Aeropuerto de Madrid-Barajas se encuentre rodeado de zonas densamente pobladas, cuando la dirección del viento está dirección entre los 55º a los 92º, todos los aterrizajes, independientemente de la configuración en la que opere el aeropuerto, bien norte o bien sur, se efectuarán inevitablemente con viento de cola.
De un detallado análisis que está realizando el equipo técnico de Las mentiras de Barajas sobre la operación en el Aeropuerto de Madrid-Barajas en 2008, y que publicaremos, podemos adelantar que según los datos meteorológicos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología correspondientes al Observatorio de este aeropuerto, el 5,10% del tiempo que estuvo operando el Aeropuerto de Madrid-Barajas en el año 2008 los aterrizajes se realizaron con viento de cola. Si usted es profesional de la aviación sabrá que esto es un riesgo y una ilegalidad. Si usted no es profesional de la aviación se lo decimos: es un riesgo y una ilegalidad.

Se lo decimos a los vecinos de Coslada, San Fernando, Mejorada del Campo, y muchos otros municipios del sur: están en riesgo por las aproximaciones, que de forma ilegal e insegura lleva a cabo AENA cuando el Aeropuerto de Madrid-Barajas opera en configuración norte.

Se lo decimos a los vecinos de El Molar, San Agustín de Guadalix, la urbanización Santo Domingo y el Distrito 5-Pradonorte de Algete: están en riesgo por las aproximaciones, que de forma ilegal e insegura lleva a cabo AENA cuando el Aeropuerto de Madrid-Barajas opera en configuración sur.