La seguridad aérea es de interés público y afecta a toda la sociedad (Javier Aguado del Moral)


In times of universal deceit, telling the truth becomes a revolutionary act (George Orwell)


Cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo (Confucio)

viernes, 6 de agosto de 2010

DESCONTROL AÉREO

Por su interés publicamos artículo de opinión de la web de pensamiento político Interpolítica sobre el descontrol que reina en los aeropuertos españoles y el conflicto AENA-controladores, consecuencia de la nueva legislación. Agradecemos al autor, el concejal del PSOE en el ayuntamiento de Algete D. José María López, el permiso para su publicación en Las mentiras de Barajas.



DESCONTROL AÉREO

¿Qué hay peor que un técnico metido a político? Un político metido a técnico. Un técnico metido a político suele ser alguien con el convencimiento de que va a solucionar todo. Lamentablemente, como no hay técnicos que sepan de todo y sólo tienen el conocimiento de su área de especialización, no solucionan todo; al contrario, resuelven algo y suelen estropear todo lo demás. Los buenos técnicos suelen ser buenos asesores, y el político deberá rodearse de ellos.

Si el político no se rodea de buenos técnicos como asesores, o se rodea de buenos técnicos como asesores y no los escucha, corre el riesgo de jugar a ser técnico y entonces podemos, y debemos, echarnos a temblar.

Hay una tercera opción. El político que se rodea de malos técnicos y que encima quiere jugar a ser técnico. En este caso la ciudadanía no puede temblar, debe quitarlo.

Sigo hablando de la aviación civil en España. Un sector vital para la economía nacional y que anda muy revuelto. Concretamente de una cuestión que acapara titulares por aquí y por allí: el conflicto que AENA mantiene con los controladores aéreos.

Creo que el ministro Blanco se ha equivocado y se sigue equivocando, porque está rodeado de asesores malos, muy malos, malísimos, como técnicos. Erró con la modificación de la Ley de Navegación Aérea y con la Ley sobre prestación de servicios de tránsito aéreo. Se equivocó nombrando a quién nombró en la Dirección General de Aviación Civil y en AENA. Etcétera, etcétera. Sólo estuvo acertado, en lo que se refiere al sector aéreo, cuando el 6 de mayo de 2009 afirmó que “Barajas no es seguro”.

En otro artículo di mi opinión sobre la reforma de la Ley de Navegación Aérea, en éste hablaré de la Ley sobre prestación de servicios de tránsito aéreo, y que es el origen del descontrol que reina en los aeropuertos españoles. Para hacer un análisis sereno sobre todo lo que está sucediendo y dejar a un lado todas las pasiones hay que volver al origen, al origen del engendro. ¿Recordamos lo que dijeron desde Fomento el día 14 de abril sobre esta ley?

Dijeron que impulsaría una nueva regulación de los servicios de control de navegación aérea para garantizar la seguridad, continuidad, eficacia y sostenibilidad del servicio.

Dijeron que abarataría los costes de navegación aérea en España: en dos años las tasas se rebajarán en un 15%, un ahorro anual de 120 millones de euros que repercutirá directamente en las compañías aéreas y en el coste de los billetes.

Y además no olvidamos que todos los grupos políticos la apoyaron y realizaron aportaciones en el Senado y el Congreso, salvo alguna honrosa excepción en éste último.

De esos polvos estos lodos: la seguridad, continuidad, eficacia y sostenibilidad no están aseguradas. ¿Quiénes pierden? Los usuarios y los trabajadores. ¿Han rebajado el coste de los billetes? No. ¿Los rebajarán? Tampoco. Y repito: La seguridad del transporte aéreo no está asegurada, y son palabras mías.

Y no olvidamos que este engendro fue diseñado por esos asesores malos, muy malos, malísimos, como técnicos, de los que se rodea el ministro Blanco, que lo presentó como la panacea. Me pregunto si no se arrepiente ahora en su interior más profundo. Y que fue aprobado con las aportaciones de todos los grupos políticos del senado y del congreso, salvo honrosa excepción. Es decir, todos son responsables. Y esto va por algunos, a la diestra y a la siniestra de Blanco, que ahora parecen erigirse en caballeros blancos de la ciudadanía. Pero blanco caballero sólo hubo uno y caballero Blanco, afortunadamente, sólo hay uno.