La seguridad aérea es de interés público y afecta a toda la sociedad (Javier Aguado del Moral)


In times of universal deceit, telling the truth becomes a revolutionary act (George Orwell)


Cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo (Confucio)

jueves, 26 de noviembre de 2009

CONFESIONES DEL PRESIDENTE AENA


¿Quién es Juan Ignacio Lema Devesa? El presidente de AENA desde el 24 de abril de 2009. Nació en Santiago de Compostela y es ingeniero superior aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid y licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid.

Ingresó en el Cuerpo de Ingenieros Aeronáuticos en 1983, entre 1992 y 1996 fue director del Aeropuerto de Madrid Barajas y entre 1998 y 2000 fue director de Aeropuertos en AENA. En 2001 y hasta su nombramiento como presidente de AENA trabajó en el Grupo San José. Dicen que guerras políticas internas al margen, Juan Lema, al frente de Aeropuertos, y Gaspar de Vicente al frente de la Navegación Aérea, formaron con Francisco Cal, el entonces presidente de AENA, un equipo experimentado y compenetrado de ingenieros de gran nivel profesional y capacidad técnica, riguroso en el control económico en la gestión, comprometido con el servicio público y ajeno a cualquier sectarismo político.


Todo esto es lo que dicen, la realidad es que Juan Lema fue un innovador suicida como corresponsable del inseguro diseño del Aeropuerto de Madrid-Barajas y de la posterior implantación de las ilegales y peligrosas operaciones segregadas y simultáneas a pistas cruzadas, por primera vez y única en la historia de la aviación civil o militar.



Y un apunte muy personal. Nos han contado que Juan Lema, en la más tierna infancia, era un vehemente seguidor de los dibujos Disney y, aunque ahora a este señor de semblante serio le avergüence reconocerlo, su ídolo infantil era el Pato Donald aviador, del que le viene su afición por la aeronáutica. El 24 de abril Juan Ignacio "Pato Donald" Lema llegó a la presidencia de Dis-AENA-landia. Un sueño hecho realidad.


El pasado 1 de noviembre, Juan Ignacio "Pato Donald" Lema publicó un artículo en el suplemento dominical de economía de El País. Unas reflexiones sobre su mundo mágico de Dis-AENA-landia.

Entre estas reflexiones cuenta que "Si bien es cierto que ninguna actividad económica, por muchos beneficios que aporte, puede llevarse a cabo al precio que sea, también hay que tener en cuenta que en el caso del transporte aéreo, ante el objetivo, compartido por todos, de limitar los impactos negativos, no caben soluciones drásticas como el cierre de aeropuertos o la reducción del número de operaciones." Es decir, que el beneficio económico justifica la agresión a los derechos fundamentales, recogidos en la Constitución Española, de todos los ciudadanos afectados por el tráfico aéreo, y que en Madrid son 500.000. Señor Lema, nada, absolutamente nada, justifica la agresión a la esencia del Estado de Derecho y menos los miles de millones de euros que se han llevado y se llevan unos pocos a costa de la vida de centenares de miles de ciudadanos.

Dice "Creo necesario subrayar la importancia de esta iniciativa (el Plan de Acción Medioambiental liderado por el Ministerio de Fomento a través de AENA) porque, por primera vez, todo el sector se une y asume el liderazgo de llevar a cabo una serie de medidas encaminadas a reducir el impacto negativo de las operaciones aeroportuarias con el entorno, sin que esta iniciativa sea fruto de una presión social puntual." Señor Lema, esto sería cierto en su mundo Disney, pero la realidad, y así lo reconocen en privado altos cargos de AENA, es que la presión social es la que está cambiando la percepción social de los aeropuertos. No puede subyugarse el auténtico interés general de defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos al presunto interés general de los beneficios económicos que genera la actividad aeroportuaria para unos pocos. La presión social motivada por el accidente catastrófico de Chernobyl, con decenas de miles de muertos, fue la que detuvo la construcción de las centrales nucleares e inició los programas de desmantelamiento. Esperamos que no sea la presión social motivada por un accidente catastrófico con decenas de miles de muertos la que cierre Barajas. La presión social es la que está poniendo contra las cuerdas a AENA y si no explique la reunión que el Ministerio de Fomento convocó el jueves 19 de noviembre con al sector aéreo para tratar las consecuencias de las últimas sentencias judiciales que exigen reducir la actividad en los aeropuertos con problemas de ruido.

Afirma que "queremos utilizar los ordenadores de a bordo de las aeronaves para volar con la máxima precisión posible las rutas establecidas en los despegues. Si reducimos la dispersión de las rutas, disminuirá notablemente el número de afectados por sobrevuelos." Señor Juan Ignacio "Pato Donald" Lema, bienvenido al siglo XXI, ha descubierto usted el GPS. Ya era hora. No obstante ¿me puede explicar por qué en la última reunión de la CSAM dijeron que el 55% de aviones la utilizan por el norte y el 70% la utilizan por el sur? ¿No son los aviones que aterrizan los mismos que despegan? Es decir, que penalizan a los vecinos de la zona norte, y todo por el esperpento de rutas diseñadas e implantadas para evitar molestar a sus queridos amigos de su siempre-bien-tratada-urbanización-santo-domingo a costa de afectar a Algete, San Sebastián de los Reyes, Pradonorte, Fuente del Fresno, Belvís, Tres Cantos, Ciudalcampo y un largo etcétera de municipios de la sierra norte. Además están obsesionados con los sobrevuelos; lo que molesta es el ruido, no los sobrevuelos, a ver si se enteran de una vez. Un avión que sobrevuela a 10.000 metros no molesta.

Por último nos cuenta las excelencias de un sistema público de monitorización del ruido a través de la página web de AENA y asevera que "Así dispondremos de información completa y fiable, de manera transparente, lo que redundará en una mejora de la credibilidad de todo el sector." ¿Credibilidad AENA y la Aviación Civil española? Ninguna. Usted reiteradamente niega información amparándose en una interpretación fraudulenta de la Ley 27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente. Éste es un ejemplo de miles de su transparencia.



Estimado Señor Lema, vive usted todavía en su mundo de Disney. Desde Las mentiras de Barajas le pedimos que no cierre los ojos a la realidad, que implante operaciones seguras en el Aeropuerto de Madrid-Barajas y que AENA respete los derechos fundamentales de los centenares de miles de ciudadanos españoles afectados por el ruido provocado por el tráfico aéreo, y si esto implica, por ejemplo, el cierre nocturno de aeropuertos, llévelo a cabo.

Y este espacio final se lo dedicamos al niño Juan Ignacio "Pato Donald" Lema, para que recuerde con cariño los minutos que cambiaron su vida y lo empujaron dedicarse al mundo de la aviación. Y no se avergüence de ello, no le de la espalda ahora a su ídolo infantil.