La seguridad aérea es de interés público y afecta a toda la sociedad (Javier Aguado del Moral)


In times of universal deceit, telling the truth becomes a revolutionary act (George Orwell)


Cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo (Confucio)

martes, 5 de junio de 2012

AENA INCUMPLE LAS RESTRICCIONES AMBIENTALES DE SOBREVUELO DE ESPACIOS PROTEGIDOS


Recordamos la noticia en la que informábamos de la colisión del A340 Agustina de Aragón, vuelo Iberia 6533 MAD-SJU, con 151 pasajeros a bordo contra un buitre leonado cuando sobrevolaba Colmenar Viejo (Madrid) a una altura de 6.000 pies (unos 2.000 metros), el pasado 13 de mayo.



Desde la inauguración de la primera ampliación del Aeropuerto de Madrid-Barajas, en noviembre de 1998, son frecuentes los incidentes cuando los aviones sobrevuelan los espacios naturales cercanos: el Soto de Viñuelas a la altura de Fuente el Fresno y Ciudalcampo, la cuenca alta del Manzanares, el valle del Jarama a la altura de la urbanización Pradonorte y la Zepa de Algete, donde habitan, campean y transitan multitud de rapaces; entre ellas el buitre leonado, el buitre negro y el águila imperial. Recordamos también que antes de julio de 2005 los aviones sobrevolaban el Monte del Pardo, donde residen también estas emblemáticas especies.

Si un avión impacta a 6000 pies cuando sobrevuela Colmenar Viejo quiere decir que ha pasado por el Soto de Viñuelas a una altura muy inferior, incumpliendo la normativa ambiental aplicable, tal y como informa en la siguiente carta el subdirector general de Evaluación ambiental (dependiente de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del extinto Ministerio de Medio Ambiente) que envió a un vecino de la zona norte el 10 de abril de 2008, y como establece Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares (páginas 100 y 101).





En el gráfico que se muestra a continuación, se observa que los aviones incumplen sistemáticamente las alturas mínimas exigidas. AENA lo sabe y aún así obliga a los vuelos a incumplir, poniendo en riesgo la vida de los pasajeros y tripulaciones y de los residentes en la zona norte.
Desde Las mentiras de Barajas solicitamos lo obvio: que se cumpla la normativa ambiental que en este caso es esencial para salvaguardar la seguridad de los vuelos que atraviesan los espacios naturales cercanos al Aeropuerto de Madrid-Barajas.