La seguridad aérea es de interés público y afecta a toda la sociedad (Javier Aguado del Moral)


In times of universal deceit, telling the truth becomes a revolutionary act (George Orwell)


Cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo (Confucio)

domingo, 11 de mayo de 2014

EL CUENTO CHINO DE LA MARCA ESPAÑA


Nos remontamos a 2007, cuando la burbuja inmobiliaria alcanzó su punto álgido, desde el que estallaría meses después arrasando con su onda expansiva las ilusiones y la vida de millones de familias, la economía española, tan dependiente del ladrillo como del dinero que nos prestaban a espuertas los, así llamados, mercados, y el modelo social, económico y político surgido tras la transición.

Cuando la onda expansiva pasó y bajó la marea, quedaron al descubierto las vergüenzas de muchos; especialmente la de aquellos políticos de medio pelo que se dedicaron a invertir a diestro y siniestro, sin la más mínima planificación y con el único objetivo de no ser menos que los demás. No vamos aquí a hacer política y cuestionar el modelo administrativo vigente, pero 17 territorios compitiendo por ser más que el vecino cercano o lejano, en lugar de colaborar, bajo la batuta del gobierno central que se supone para eso está, y dar sentido a su propia existencia, gestionar adecuadamente los recursos y ayudar al progreso y bienestar a todos los españoles.

Cinco años lleva este monstruoso esqueleto de hormigón enfrente de la Terminal 2 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que se supone iba a ser el hotel de referencia en el recinto aeroportuario.



Fue hace siete años cuando AENA otorgó una concesión de 40 años a la UTE formada por Sampol y Barceló para edificar y explotar el hotel. Hecho que parece pasar desapercibido para muchos pero no para el Senador de la Agrupación Herreña Independiente, coaligada con Coalición Canaria, que hace unas semanas preguntó al gobierno por el singular edificio y al que respondió AENA indicando que “se está trabajando intensamente en la búsqueda de soluciones para continuar la obra” (acceder a la noticia de Aviación Digital AENA responde al Senador Quintero que el esqueleto del hotel fantasma de la T2 no afecta a la Marca España).

El senador se mostró incisivo al relacionar la pobre imagen que se ofrece a los visitantes que al salir lo ven ahí, a merced de la lluvia y del viento, del frío y del calor, una y otra vez. Porque la primera vez seguro que engaña y transmite la imagen de un país audaz que remonta y se atreve de nuevo a construir, pero la segunda y sucesivas, cuando el viajero se da cuenta de la verdad, mientras esboza una media sonrisa invertida, frunce el ceño y dirige la mirada al cielo, se da cuenta que acaba de llegar a la capital decadente de un país en ruinas.

De las cuatro opciones posibles que se nos ocurren, derribarlo, continuar la construcción, taparlo con una lona o dejarlo como está a la vista, han optado por aquella que la desidia aconseja: no hacer nada, al puro del gobierno actual.

Si AENA piensa que esto no afecta a la imagen de España, a lo que los inútiles del gobierno del inútil Rajoy llaman ahora la marca España, entonces es que todos eso que nos cuentan no es sino un cuento chino.



No obstante, lo que el Senador Quintero seguramente no sabe es que este esqueleto de hormigón está dentro de la OFA extended de la pista 18R, al igual que las terminales T1, T2 T3, el pueblo de Barajas y los depósitos de combustible de CHL. Es decir, el aterrizaje frustrado por la pista 18R en categorías ILS II y III está sujeto a riesgo de accidente provocado por una frustrada fallida por colisión, ya que estos elementos, como también el hotel, se encuentran ubicados en la zona de seguridad (OFA extended) y dentro de la franja de protección de 3.500 metros recomendada por la Universidad de Cranfield, en el estudio encargado por AENA para la ampliación del aeropuerto. Este riesgo de colisión fue reconocido y despreciado por la propia AENA en el Plan Director (ver riesgo 5).

Pedimos al señor Quintero que la próxima vez opte por otra opción en lugar de cubrir las vergüenzas de AENA con una lona que acabaría hecha jirones por la acción del sol, el viento y su propio peso.

Por cierto, ¿pagará alguien alguna vez en este país su responsabilidad por las cosas mal hechas con cárcel, dineros e inhabilitaciones para el desempeño de cargo en empresa pública o en la administración?