Los aviones que estuvieron implicados en estos accidentes operaron desde aeródromos que cumplen las normas de seguridad internacional de OACI (Organización Internacional de Aviación Civil).
Se recuerda a nuestros lectores que en el aeropuerto de Madrid-Barajas no se cumplen dichas normas con lo que el riesgo de accidente es mayor.
Por ejemplo, como se detalla en la sección LOS RIESGOS DE BARAJAS, la salida de pista en un aterrizaje tendría consecuencias catastróficas por el riesgo de impacto con aeronaves esperando a despegar, depósitos de combustible, las terminales y el pueblo de Barajas.
En los vídeos en los que se muestra salida de pista se observa que el avión no encuentra obstáculos. En Barajas sí los encontraría.
Si los afectados por el ruido somos 700.000 madrileños, los afectados por el riesgo de accidente somos 5 millones. Todos los que vivimos en un radio de 15 km del aeropuerto de Barajas.
¿Por qué las asociaciones contra el ruido y el riesgo de los aviones no denuncian que toda esta situación es consecuencia del capricho o intereses particulares ocultos de una serie de ingenieros aeronáuticos (los responsables del área de Operaciones de la Dirección General de Aviación Civil) por establecer unas operaciones ilegales y no contempladas por OACI (Organización Internacional de Aviación Civil), FAA (Federación Federal de Aviación Civil de EEUU) o ALPA (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas)?
La solución es sencilla (véase la sección LA SOLUCIÓN AL PROBLEMA) y su implantación supondría la eliminación del riesgo y del ruido y se podría hacer inmediatamente, en el tiempo que tarda usted en terminar de leer este artículo. Además se incrementaría la capacidad.
Se recomienda prudencia a las personas con miedo a volar. Se ruega así mismo ser cauto a la hora de su difusión ya que podrían estar sujetos a derechos de autor.