La seguridad aérea es de interés público y afecta a toda la sociedad (Javier Aguado del Moral)


In times of universal deceit, telling the truth becomes a revolutionary act (George Orwell)


Cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo (Confucio)

viernes, 10 de diciembre de 2010

NUNCA MÁS RYANAIR

Nos informa una pasajera que tuvo la osadía de viajar con la compañía aérea de bajo coste, baja calidad y nula seguridad, RYANAIR, lo siguiente:

NUNCA MÁS, RYANAIR


Un fatídico día del mes de octubre se me ocurrió viajar a las Islas Canarias con la compañía de bajo coste RYANAIR.

Resulta que por facturar mi equipaje me querían cobrar casi todo lo que me ahorraba por no volar en una compañía normal, así que decidí usar la maleta que utilizaba normalmente en mis viajes relámpago y que con éxito había usado en otra compañía de bajo coste (EASYJET).

Para empezar me informan que tengo que sacar la tarjeta de embarque hasta cuatro horas antes del vuelo so pena de pagar más de 40€ de penalización. ¡Serán caraduras!

Al llegar al embarque la azafata de RYANAIR, cual perra de presa, obligaba a los pasajeros, con maneras muy desagradables, a introducir el equipaje en la estructura metálica que supuestamente determina si el mismo tiene las medidas “permitidas” para viajar. Lo denigrante es que obligaba a todos los pasajeros a introducir cualquier bolso, bolsa o lo que fuera acompañando al sufrido pasajero, en el equipaje.

Las escenas eran tragicómicas. Vi señoras que se veían obligadas a introducir su bolso, de supuesta calidad muy superior al de la compañía aérea, en el equipaje, con el consiguiente enfado. Caballeros que eran humillados mientras se las veían y deseaban en colocar su totémico ordenador portátil dentro de la maleta sin que éste sufriera daños. Jóvenes y no tan jóvenes que de repente aparecían vestidos con tres camisetas, dos cazadoras y las chanclas playeras en los bolsillos junto con la cartera, el móvil, etc.

Yo misma tuve que sufrir tamaña humillación por partida triple: en mi bolso llevaba el portátil que tuve que cambiar por dos camisetas, un neceser y las chanclas de playa y que repartí entre los bolsillos de mi chaqueta.

El vuelo no fue mal del todo, salvo por el trasiego de azafatos que se afanaban en vendernos cualquier cosa y a alto coste. El remate fue un sorteo benéfico para ayudar a no sé quién. Lo siento, el remate fue la necia musiquita que hicieron sonar al completar con éxito el aterrizaje.

Los días de descanso fueron una bendición.

Y menos mal que la vuelta no volví a escoger RYANAIR. Volví a la compañía de bajo coste que uso siempre: EASYJET (sí, pongo el nombre alto y claro para que lo sepan todos). Esta vez no tuve problemas salvo el retraso en la llegada a Barajas, que decían era culpa de los controladores. Pero el equipaje iba en su sitio y las chanclas, con arena de la playa, en la maleta.

Mientras esperaba en el aeropuerto y delante de mis narices anuncian el embarque vuelo de RYANAIR con destino a E.MIDLANDS, en Reino Unido supongo. Y esto vieron mis ojos (si no puedes ver el vídeo pincha aquí):



La temida estructura metálica estaba ahí de adorno y la implacable azafata haciendo su trabajo sin avasallar ni humillar a los pasajeros, quizá esperando los incautos de un vuelo con destino a la península ibérica sobre los que descargar su ira de bajo coste.

Vergonzoso, ¡cómo nos tratan en los vuelos nacionales! Yo lo tengo claro: NUNCA MÁS RYANAIR.

Pues a esta sufrida pasajera y a todos los que viajen con RYANAIR les mostramos el siguiente vídeo, como muestra de lo que hace esta compañía en los vuelos nacionales. Desde Las mentiras de Barajas nos sumamos al sentir unánime: NUNCA MÁS RYANAIR.