Channel 4 es una cadena de televisión privada del Reino Unido fundada en 1982, al amparo de la Ley Audiovisual de 1980, con el objetivo de romper el duopolio de la BBC, con BBC1 y BBC2, e ITV (Independent Television). A pesar de ser un canal completamente privado, posee un estatus de carácter público por lo que ha de cumplir una serie de obligaciones, entre otras la de responder ante la Ofcom (Independent regulator and competition authority for the UK communications industries). Channel 4, con un importante porcentaje de audiencia, tiene cobertura en todo el territorio del Reino Unido y presencia en países vecinos, como Irlanda, además de emitir vía satélite para otros países. (Fuentes: Wikipedia y Channel 4).
Alex Thomson es presentador de televisión y el corresponsal jefe de Channel 4 News. Anteriormente trabajó para la BBC, radio y televisión, en Irlanda del Norte. Además ha escrito varios libros sobre la India y la guerra del Golfo y colabora como columnista con la Press Gazette.
Durante 22 años ha cubierto informativamente más de 20 conflictos armados, entre otros la Guerra del Golfo, los Balcanes, varias guerras en África y Afganistán. Además ha dirigido programas especiales sobre acontecimientos históricos recientes, entre ellos uno sobre el Domingo Sangriento que le valió el premio de la Royal Television Society en 1997.
En resumen, estamos hablando de uno de los medios informativos más importantes del Reino Unido y de unos de los profesionales con más prestigio y reputación, ganados a pulso e incluso poniendo en riesgo su vida, dentro del periodismo de investigación. Además por lo que hemos leído de él y sobre él, se trata de un profesional independiente y con criterio. Otra cosa es que estemos o no de acuerdo con sus ideas.
El pasado 29 de septiembre, Alex Thomson, escribió el siguiente artículo sobre el Aeropuerto de Madrid-Barajas. Breve, conciso y demoledor. Paradigma de un país que durante años se ha dedicado a construir infraestructuras innecesarias con el único afán de alimentar el ego de unos políticos acomplejados e irresponsables. Aeropuertos sin aviones, carreteras y autopistas sin coches, estaciones de AVE sin pasajeros, impresionantes museos y megacomplejos de ocio sin visitantes, y macrourbanizaciones sin residentes. En resumen, decenas de miles de millones de euros que ahora nadie saben donde están en su totalidad. Empresas en quiebra y administraciones públicas en la ruina por tener que asumir las ensoñaciones faraónicas de unos dirigentes corruptos e irresponsables. Y lo peor de todo es que no hay propósito de enmienda y seguimos por el mismo camino, el que ahora nos quieren marcar un tal Adelson con Eurovegas y una panda de iluminados con el proyecto de la ciudad financiera Eurochina.
¿Acaso nos creemos que el Aeropuerto de Madrid-Barajas es de los mejores? Cuando quien lo describe no recibe sueldo, compensación o sobre de AENA o adláteres, entonces nos encontramos con la cruda realidad.
Saturday 29 Sep 2012
Barajas: overlit, overheated, underused, underwhelming
No more can you judge a city by its airport, than a book by its cover.
But perhaps you can judge a Eurocrisis by an airport and if so, Barajas, is surely where you’d start.
And judgment commences even before landing at Madrid’s absurd, bloated monstrosity – designed by Britain’s Richard Rogers.
From the air the still sun-parched high Spanish plateau is crisscrossed by empty, unfinished motorways, slip roads reaching out in hope across the dun terrain, only to end abruptly, nowhere.
Ghost highways take nobody to half-built groups of highrise flats. Around them, mantis-like, tall, silent, motionless cranes do nothing at all. Clumps of empty apartment blocks where the builders clocked off months and sometimes years ago.
Concrete apron
Barajas Airport itself, one giant folly to Euro-borrowing on a grand scale against a dream that has never come true. Quite probably never could.
The concrete apron so vast it is impossible to see the end of it at some points.
Arriving means a long bus journey over the concrete plain to a terminal so over-lit and underused it feels unreal. Passengers face a major hike however they come, long concourses merely bring you to several escalators up or down. They in turn will only deposit you at a transit train.
An ode to inefficiency
Then its a journey by train – perhaps a mile or more – and a two-way underground track, to another terminal. More long walks. More escalators. Lifts. More signs. Walk. And walk. Escalators again. Walk.
Then a colossal baggage reclaim area which alone would engulf a Heathrow terminal. I counted 18 carousels. Eighteen. You could fit several football pitches in here.
Waste of space
Overlit, overheated, underused, underwhelmed. And inefficient: the baggage has so far to come you’ve inevitably now got a long wait in this vast, empty place where the wasting of space on a massive scale appears to have been the central stipulation of the design brief.
Sound like I’m moaning?
Not a bit. I’m fascinated. In a country facing an almost inevitable bail-out for living beyond any notion of economic reality all this is a gift for any visiting reporter.
And they tell me on Twitter there are any number of equally pointless airports across Spain: Ciudad Real, Malaga, Castillon – all making wonderful architectural statements (whilst actually being punishment centres for human self-loading cargo).
No, you cannot judge a book by its cover but you can see the broken dream of the Euro in the gleaming ghost carousels of Barajas.
Esto es lo que piensan fuera de nuestro Aeropuerto de Madrid-Barajas, orgullo de la AENA de los miles de millones de euros de deuda y herencia de unos gobiernos que ni supieron ni quisieron conjugar el verbo que más quebraderos de cabeza y bolsillo ahorra: planificar. Y quizá ahora lo empezamos a ver claro: ya que el ministro de Fomento responsable era el mejor amigo del personaje que maneja los hilos de la marioneta en la que se ha convertido todo un presidente del gobierno y séquito presente y pasado, y el ministro de economía, el mejor proclamaban, acusado e imputado por robar y engañar. Si encima supieran que la operación en el Aeropuerto de Madrid-Barajas es insegura…
Alex Thomson es presentador de televisión y el corresponsal jefe de Channel 4 News. Anteriormente trabajó para la BBC, radio y televisión, en Irlanda del Norte. Además ha escrito varios libros sobre la India y la guerra del Golfo y colabora como columnista con la Press Gazette.
Durante 22 años ha cubierto informativamente más de 20 conflictos armados, entre otros la Guerra del Golfo, los Balcanes, varias guerras en África y Afganistán. Además ha dirigido programas especiales sobre acontecimientos históricos recientes, entre ellos uno sobre el Domingo Sangriento que le valió el premio de la Royal Television Society en 1997.
En resumen, estamos hablando de uno de los medios informativos más importantes del Reino Unido y de unos de los profesionales con más prestigio y reputación, ganados a pulso e incluso poniendo en riesgo su vida, dentro del periodismo de investigación. Además por lo que hemos leído de él y sobre él, se trata de un profesional independiente y con criterio. Otra cosa es que estemos o no de acuerdo con sus ideas.
El pasado 29 de septiembre, Alex Thomson, escribió el siguiente artículo sobre el Aeropuerto de Madrid-Barajas. Breve, conciso y demoledor. Paradigma de un país que durante años se ha dedicado a construir infraestructuras innecesarias con el único afán de alimentar el ego de unos políticos acomplejados e irresponsables. Aeropuertos sin aviones, carreteras y autopistas sin coches, estaciones de AVE sin pasajeros, impresionantes museos y megacomplejos de ocio sin visitantes, y macrourbanizaciones sin residentes. En resumen, decenas de miles de millones de euros que ahora nadie saben donde están en su totalidad. Empresas en quiebra y administraciones públicas en la ruina por tener que asumir las ensoñaciones faraónicas de unos dirigentes corruptos e irresponsables. Y lo peor de todo es que no hay propósito de enmienda y seguimos por el mismo camino, el que ahora nos quieren marcar un tal Adelson con Eurovegas y una panda de iluminados con el proyecto de la ciudad financiera Eurochina.
¿Acaso nos creemos que el Aeropuerto de Madrid-Barajas es de los mejores? Cuando quien lo describe no recibe sueldo, compensación o sobre de AENA o adláteres, entonces nos encontramos con la cruda realidad.
Saturday 29 Sep 2012
Barajas: overlit, overheated, underused, underwhelming
No more can you judge a city by its airport, than a book by its cover.
But perhaps you can judge a Eurocrisis by an airport and if so, Barajas, is surely where you’d start.
And judgment commences even before landing at Madrid’s absurd, bloated monstrosity – designed by Britain’s Richard Rogers.
From the air the still sun-parched high Spanish plateau is crisscrossed by empty, unfinished motorways, slip roads reaching out in hope across the dun terrain, only to end abruptly, nowhere.
Ghost highways take nobody to half-built groups of highrise flats. Around them, mantis-like, tall, silent, motionless cranes do nothing at all. Clumps of empty apartment blocks where the builders clocked off months and sometimes years ago.
Concrete apron
Barajas Airport itself, one giant folly to Euro-borrowing on a grand scale against a dream that has never come true. Quite probably never could.
The concrete apron so vast it is impossible to see the end of it at some points.
Arriving means a long bus journey over the concrete plain to a terminal so over-lit and underused it feels unreal. Passengers face a major hike however they come, long concourses merely bring you to several escalators up or down. They in turn will only deposit you at a transit train.
An ode to inefficiency
Then its a journey by train – perhaps a mile or more – and a two-way underground track, to another terminal. More long walks. More escalators. Lifts. More signs. Walk. And walk. Escalators again. Walk.
Then a colossal baggage reclaim area which alone would engulf a Heathrow terminal. I counted 18 carousels. Eighteen. You could fit several football pitches in here.
Waste of space
Overlit, overheated, underused, underwhelmed. And inefficient: the baggage has so far to come you’ve inevitably now got a long wait in this vast, empty place where the wasting of space on a massive scale appears to have been the central stipulation of the design brief.
Sound like I’m moaning?
Not a bit. I’m fascinated. In a country facing an almost inevitable bail-out for living beyond any notion of economic reality all this is a gift for any visiting reporter.
And they tell me on Twitter there are any number of equally pointless airports across Spain: Ciudad Real, Malaga, Castillon – all making wonderful architectural statements (whilst actually being punishment centres for human self-loading cargo).
No, you cannot judge a book by its cover but you can see the broken dream of the Euro in the gleaming ghost carousels of Barajas.
Esto es lo que piensan fuera de nuestro Aeropuerto de Madrid-Barajas, orgullo de la AENA de los miles de millones de euros de deuda y herencia de unos gobiernos que ni supieron ni quisieron conjugar el verbo que más quebraderos de cabeza y bolsillo ahorra: planificar. Y quizá ahora lo empezamos a ver claro: ya que el ministro de Fomento responsable era el mejor amigo del personaje que maneja los hilos de la marioneta en la que se ha convertido todo un presidente del gobierno y séquito presente y pasado, y el ministro de economía, el mejor proclamaban, acusado e imputado por robar y engañar. Si encima supieran que la operación en el Aeropuerto de Madrid-Barajas es insegura…