La seguridad aérea es de interés público y afecta a toda la sociedad (Javier Aguado del Moral)


In times of universal deceit, telling the truth becomes a revolutionary act (George Orwell)


Cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo (Confucio)

lunes, 17 de febrero de 2014

LOS RECORTES DE AENA


AENA, empresa todavía pública, a la que parecen haberle privatizado la materia gris y dotarla de tal grado de idiotez y estupidez, que parece estar ya bajo el mando privado de algún expolítico memo, al que le han buscado el retiro dorado donde enriquecerse “a lo Bárcenas” hasta que algún juez, de los auténticos, de los independientes del poder político, venga y lo eche por gestión dolosa, alzamiento de bienes y todos esos tejemanejes a los que nos tienen acostumbrados los que pasan de la política a la empresa por el puente del chanchulleo.

El 10 de enero, hace un mes, AENA, anunció que iba a desplazar el umbral de la pista del Aeropuerto de Asturias, lo que en lenguaje llano quiere decir acortar o recortar la pista, y que en los próximos meses le seguirán otros aeropuertos. Son los recortes de AENA.

Adjuntamos el texto de la nota de prensa de Europa Press:

Aena niega que vaya a acortar pista en el aeropuerto de Asturias y habla de desplazar el umbral de aterrizaje 150 metros


Foto: EUROPA PRESS

CASTRILLÓN/OVIEDO, 10 Ene. (EUROPA PRESS)

El director del Grupo de Aeropuertos II de la red de Aena, Pedro Bendala, ha negado este viernes que se vaya a acortar la pista de vuelo del Aeropuerto de Asturias. En rueda de prensa, junto al director del aeródromo asturiano, Carlos Sanmartín, ha asegurado que se desplazará el umbral de aterrizaje 150 metros, sin afectar al asfalto.
"No supone un acortamiento de pista, el aeropuerto mantiene su funcionalidad y no habrá pérdida de competitividad", ha señalado Bendala. El motivo del cambio viene debido a que es necesario realizar un ajuste para poder obtener una certificación que permitirá ajustarse a un real decreto. Bendala ha apuntado que otros aeropuertos españoles pasarán por el mismo proceso en los próximos semanas.

En el caso de Asturias ya ha salido a licitación la obra, junto a otras actuaciones presupuestadas en tres millones de euros, y se espera poder tenerla finalizada para finales de año. Supondrá eliminar los obstáculos de los nuevos parámetros de aterrizaje, lo que tendrá un coste máximo de 1,5 millones de euros.
Esto abarca balizas, señalización y el sistema antiniebla, que permanecerá inutilizado durante tres meses, periodo que se pretende hacer coincidir con la temporada de menor posibilidad de niebla. "Es una limitación, pero haremos un esfuerzo adiciones de coordinación", ha dicho.

Sanmartín ha insistido en que los nuevos parámetros de aterrizaje, no afecta al despegue, no limita la operatividad "de las aeronaves actuales ni las futuras. Sobran metros de longitud para aterrizar", en el caso de vuelos continentales.

El director del Aeropuerto de Asturias ha apuntado que "el diálogo con las aerolíneas y los pilotos es constante" y "no nos han hablado de ninguna limitación". En el caso de Air Europa destacó que habló de una mejora de la operatividad en condiciones de baja visibilidad con el desplazamiento del umbral.

RELACIÓN CON EL PRINCIPADO Y LAS PRIVATIZACIONES

Bendala ha afirmado que las relaciones con el gobierno del Principado son "normales y el Ministerio de Fomento se ha ofrecido a explicárselo, pero por motivos de agenda no ha sido posible". Ha apuntado que lo hará en la reunión del comité de coordinación del próximo 16 de enero.
Así mismo Bendala ha negado que el desplazamiento del umbral de aterrizaje tenga relación con cualquier operación de privatizar ni que haya intención de vender el Aeropuerto de Asturias.


Si lo que pretende AENA es obtener la certificación del Aeropuerto, en fin, que lo diga y no tome por tontos a los asturianos. Y que también explique por qué no la tiene todavía, qué relación tiene con el proceso de privatización, y que explique su afirmación “Sobran metros de longitud para aterrizar”. Cualquier ingeniero serio sabe que, en la etapa de diseño de las pistas de un aeropuerto, la longitud se define a partir de unos parámetros determinados, como son temperatura máxima, velocidad del viento más desfavorable para operar (viento nulo), altitud del aeródromo, y los tipos de aviones que van a operar. Ninguna pista se construye con metros de más. Es tan absurdo que huelga cualquier comparación.

Lo que seguramente suceda es que para obtener la certificación necesite instalar balizas, elementos señalización y otros sistemas de seguridad, y para ello la única solución que se les ocurra a estos medianías de AENA sea recortar las pistas, limitando con ello la operatividad para la que se diseñó el Aeropuerto de Asturias. Esta chapuza la repetirán para todos aquellos aeropuertos que no estén certificados.

También el Aeropuerto de Madrid-Barajas tiene recortadas sus pistas, pero no por cuestiones de rediseño, sino para liberar a una urbanización de señoritos del ruido. Quizá estos señoritos no sabían que sus casas estaban en la prolongación del eje de las pistas, y exactamente a escasos ocho kilómetros del fin de las mismas. Y como no quieren ruido limitan la operatividad del aeropuerto y ponen en riesgo la seguridad de las operaciones. Nada que ver con las legítimas reclamaciones de los vecinos de Coslada y San Fernando, que llevan décadas padeciendo un ruido inhumano e infernal.

Así, en las cuatro pistas que utilizan para los aterrizajes, sus umbrales han sido acortados en 500 y 1.050 metros como medida de restricción operativa para paliar el ruido sobre Santo Domingo (en configuración sur) y San Fernando de Henares y Coslada (en configuración norte).


Y terminamos con el penúltimo susto en el Aeropuerto de Madrid-Barajas. Dice el refrán que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, y más se romperá si rodeando la fuente, en lugar de un suelo antideslizante, nos encontramos aceite derramado, con toda la intención, por algún desalmado.
El pasado sábado 8 de febrero un avión abortó la maniobra de despegue en plena carrera de vuelo en el Aeropuerto de Madrid-Barajas (ver noticia en El Mundo).

El avión, propiedad de la compañía AeroMéxico, sufrió al parecer un problema técnico que AENA no ha precisado. De hecho AENA no ha informado en su sección de notas de prensa del incidente.

Ahí sólo nos cuenta las idioteces, verdades a medias y mentiras enteras que se le ocurren al director de comunicación, suponiendo que dicho cargo exista en la todavía empresa pública.

Afortunadamente no hubo que lamentar ninguna desgracia personal. Aún así, y obligada AENA por los protocolos de seguridad, activaron la alarma local del aeropuerto. El piloto al mando tuvo que frenar en la propia pista y, tras informar al control y con las autorizaciones preceptivas, condujo la aeronave al estacionamiento de la compañía, donde los mecánicos revisaron el aparato. Además se da la circunstancia que este mismo avión había abortado un despegue anterior a mediodía, aunque en este caso antes de iniciar la carrera de despegue. El vuelo salió finalmente más tarde con normalidad, según informaron fuentes del Aeropuerto de Madrid-Barajas. En fin, no vive uno para sustos con la panda de AENA y el pseudo aeropuerto de Barajas.