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UN CONTROLADOR EVITA QUE UN AVIÓN DE PASAJEROS ATERRICE EN EL PASEO DE LA CASTELLANA DE MADRID
Esta pasada madrugada un controlador aéreo de servicio en el TMA de Madrid ha evitado que un avión con decenas de pasajeros a bordo efectuara la aproximación final sobre Madrid y aterrizara en el Paseo de la Castellana, un eje que atraviesa de norte a sur la capital de España que transcurre de forma paralela a la pista 33 izquierda a la que el avión estaba autorizado a realizar la aproximación, como se puede apreciar en la imagen ampliable tomada desde un satélite de Madrid.
El controlador, cuya identidad desea mantener en el anonimato, no ha revelado a este medio los datos del vuelo implicado ya que se lo impide el secreto profesional aunque sí lo ha hecho a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). No obstante, sí nos ha relatado las circunstancias en las que este hecho se han producido tras haber sido autorizada la tripulación a realizar una aproximación ILS directa a la única pista de aterrizaje en servicio durante la noche, la 33L.
Según su relato, tras observar en la pantalla radar varios cambios de rumbo no habituales así como una reducción de velocidad inusual en ese punto el controlador se ha percatado de que el avión volaba de forma estable un rumbo paralelo al eje del localizador de la pista asignada y que descendía siguiendo una senda de planeo aparentemente errónea. A 3700 pies (1800 sobre la altitud del aeropuerto de Barajas, 600 metros) ha informado a la tripulación de la situación anómala y le ha instruido para que cancelase inmediatamente la aproximación, ascender a 4000 pies (altitud mínima radar de la zona), incrementar la velocidad a 180 nudos y expedido instrucciones para llevar a cabo de nuevo la aproximación guiando a la aeronave con vectores radar al eje del localizador y autorizándola de nuevo a efectuar la aproximación instrumental ILS a la pista 33L de Barajas, en la que ha aterrizado sin novedad. Según le ha explicado el comandante del vuelo, el sistema de a bordo aparentemente funcionaba bien aunque era evidente que el localizador de la pista estaba desplazado unas tres millas al este de su posición real.
Aunque sucesos de este tipo no suelen ser habituales, el controlador nos comenta que en sus casi treinta años de profesión ha vivido situaciones similares en varias ocasiones con todo tipo de aeronaves, algunas de ellas con importantes personalidades a bordo.
En la foto aérea de Google Earth se observa que efectivamente hay un tramo del Paseo de la Castellana que es casi paralelo a la pista 33L, también la calle Arturo Soria lo es. Aunque las distancias que se obtienen de esta aplicación son de 5,9 y 3,9 millas naúticas respectivamente.
Desde Las mentiras de Barajas, en primer lugar felicitamos al controlador aéreo por evitar lo que habría sido un accidente aéreo muy grave y por hacer público el incidente, que las autoridades aeronáuticas civiles españolas habrían silenciado. En segundo lugar agradecer a Aviación Digital la publicación de la noticia para que el gran público conozca la labor de estos ángeles custodios de la seguridad aérea, y que demuestra la indignidad de la campaña lanzada desde el Ministerio de Fomento y AENA en contra del colectivo de controladores. ¿Habría actuado así un trabajador insuficientemente preparado, con carga de tensión emocional por cuestiones laborales, o simplemente con una carga de trabajo excesiva?
Seguramente sí, porque son unos profesionales excelentes, pero no tentemos la suerte.
Ahora esperamos la comparecencia pública del Ministro de Fomento y los directivos de Aviación Civil y AENA, con declaración y felicitación para el controlador, extensiva a todo el colectivo; porque, señor ministro, esto
y esto,
no son lo mismo. Por cierto, ¿no están las oficinas del Ministerio de Fomento en el Paseo de la Castellana?