La Federal Aviation Administration (http://www.faa.gov/) ha confirmado que el accidente del Airbus A-320 de la compañía US Airways del pasado lunes 19 de enero fue provocado por el impacto de unos pájaros, probablemente gansos, contra los motores del avión. El avión despegó a las 15:30, hora local, del aeropuerto de La Guardia en Nueva York con destino a la localidad de Charlotte, en Carolina del Norte. Fue la parada de los motores lo que obligó al piloto, Chesley Sullenberger (en la primera foto), apenas tres minutos después de dejar tierra, a hacer un amerizaje de emergencia sobre el río Hudson, al oeste de la isla de Manhattan, en el mismo Nueva York. A pesar del incidente, los 148 pasajeros y 5 tripulantes salieron ilesos y fueron rescatados sin problemas por los servicios de emergencia de la Guardia Costera y los barcos comerciales que pasaban en ese momento por la zona.
El avión pudo amerizar sobre las gélidas aguas del río Hudson, a una temperatura cercana a los cero grados, y con una temperatura ambiente de unos 5 grados bajo cero, gracias a la pericia del piloto, que también salió ileso del accidente. El comandante se vio obligado a realizar una maniobra de emergencia para posar el avión sobre el agua.
Testigos y pasajeros coincidieron en indicar que el avión perdió altura con lentitud y que se posó con relativa suavidad sobre el agua del río Hudson.
En rueda de prensa posterior, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, se deshizo en elogios hacia el piloto, artífice de que todo quedara en un susto. Bloomberg ha dicho que fue "maravilloso" y "una obra maestra" la maniobra de planeo sobre el agua sin que nadie resultara herido. El regidor dijo que habló con el piloto y que éste le confirmó que "antes de salir del aparato lo recorrió entero dos veces para comprobar que no quedaba nadie dentro", lo que agranda aún más el valor exhibido por esta persona, que fue la última en abandonar el aparato posado sobre las aguas del río Hudson.
Desde Las mentiras de Barajas enviamos nuestra felicitación al piloto., un profesional que actuó con la sangre fría y pericia que dan los años de experiencia y las cualidades de un colectivo que merece toda nuestra admiración y respeto, a los controladores y al personal de emergencia por su rápido y eficaz rescate.
Dos reflexiones sobre los hechos y el Aeropuerto de Madrid-Barajas. La primera sobre los pájaros. Cuando los aviones despegan hacia el norte por las pistas 36L y 36R sobrevuelan parajes naturales: la Cuenca Alta del Manzanares, El Pardo, El Soto de Viñuelas, el Valle del Jarama y la ZEPA de Algete. En todas ellas anida, cría y campea una variada avifauna: buitres leonados de la sierra de Madrid, buitres negros del Pardo visibles por toda la zona y a los que les encanta la campiña de Fresno de Torote, águilas reales, águilas imperiales, aguiluchos, halcones, cernícalos, etc. Además el río Jarama es zona de paso de aves migratorias que van o vuelven del norte de Europa en su viaje al Sur o al Estrecho de Gibraltar. Cuando inauguraron la pista 36L los vecinos de Tres Cantos protestaron y AENA y la Dirección General de Aviación Civil desviaron la ruta hacia El Pardo, donde anidan, crían y campean águilas imperiales, buitres negros, y otras de rapaces protegidas. A pocos pareció importarle. La otra ruta, que de forma natural debería pasar por la siempre-bien-tratada-por-AENA-y-la-DGAC urbanización de Sto. Domingo, la desviaron hacia la vertiente oriental del valle del Jarama, corredor migratorio norte-sur de avifauna, incrementando además el ruido sobre Fuente el Saz, el Distrito 5-Pradonorte de Algete y el mismo Algete. ¿A quién le importaron los pájaros y las personas que se quedaron con el ruido y el riesgo? A muy pocos. Ahora sin embargo sí parece importar el riesgo de colisión con las aves en algunas zonas y es incluso motivo de denuncias. Nos preguntamos si no hay algo más. Esperemos que los pájaros no sea la excusa para echarle el ruido a otros. No obstante, si AENA implantase las operaciones segregadas y simultáneas a pistas paralelas utilizando las 33 este riesgo se reduciría drásticamente.
La segunda sobre los pilotos, héroes anónimos que con su trabajo diario, dedicación e indudables cualidades puestas al servicio de la sociedad son capaces de sacar a relucir una sangre fría sobrehumana en momentos clave y salvar muchas vidas. Dos ejemplos: Chesley Sullenberger, Sully, el piloto que salvó 153 vidas en Nueva York; James W. Hudspeth, Jack, el piloto que salvó 146 vidas en Lanzarote el 4 de junio de 2007 gracias a una genial maniobra realizada in-extremis y a tener un buen viento de cara. Dos aeropuertos, La Guardia en Nueva York y Lanzarote, que operan en condiciones de seguridad y donde los pilotos pueden salvar vidas. En el Aeropuerto de Madrid-Barajas, donde AENA y la Dirección General de Aviación Civil han implantado, por primera vez en la historia de la aviación, las ilegales e inseguras Operaciones Segregadas y Simultáneas a Pistas Cruzadas, en lugar de las legales y seguras Operaciones Segregadas y Simultáneas a Pistas Paralelas, contraviniendo el Reglamento de Circulación Aérea y los reglamentos de OACI, otro piloto, el que estaba al mando del MD-82 accidentado el 20 de agosto de 2008 y al que obligaron a despegar con viento de cola, no pudo salvar 154 vidas, a pesar, seguro, de hacer todo lo posible e imposible; porque AENA y la DGAC no quieren héroes en Barajas.
El avión pudo amerizar sobre las gélidas aguas del río Hudson, a una temperatura cercana a los cero grados, y con una temperatura ambiente de unos 5 grados bajo cero, gracias a la pericia del piloto, que también salió ileso del accidente. El comandante se vio obligado a realizar una maniobra de emergencia para posar el avión sobre el agua.
Testigos y pasajeros coincidieron en indicar que el avión perdió altura con lentitud y que se posó con relativa suavidad sobre el agua del río Hudson.
En rueda de prensa posterior, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, se deshizo en elogios hacia el piloto, artífice de que todo quedara en un susto. Bloomberg ha dicho que fue "maravilloso" y "una obra maestra" la maniobra de planeo sobre el agua sin que nadie resultara herido. El regidor dijo que habló con el piloto y que éste le confirmó que "antes de salir del aparato lo recorrió entero dos veces para comprobar que no quedaba nadie dentro", lo que agranda aún más el valor exhibido por esta persona, que fue la última en abandonar el aparato posado sobre las aguas del río Hudson.
Desde Las mentiras de Barajas enviamos nuestra felicitación al piloto., un profesional que actuó con la sangre fría y pericia que dan los años de experiencia y las cualidades de un colectivo que merece toda nuestra admiración y respeto, a los controladores y al personal de emergencia por su rápido y eficaz rescate.
Dos reflexiones sobre los hechos y el Aeropuerto de Madrid-Barajas. La primera sobre los pájaros. Cuando los aviones despegan hacia el norte por las pistas 36L y 36R sobrevuelan parajes naturales: la Cuenca Alta del Manzanares, El Pardo, El Soto de Viñuelas, el Valle del Jarama y la ZEPA de Algete. En todas ellas anida, cría y campea una variada avifauna: buitres leonados de la sierra de Madrid, buitres negros del Pardo visibles por toda la zona y a los que les encanta la campiña de Fresno de Torote, águilas reales, águilas imperiales, aguiluchos, halcones, cernícalos, etc. Además el río Jarama es zona de paso de aves migratorias que van o vuelven del norte de Europa en su viaje al Sur o al Estrecho de Gibraltar. Cuando inauguraron la pista 36L los vecinos de Tres Cantos protestaron y AENA y la Dirección General de Aviación Civil desviaron la ruta hacia El Pardo, donde anidan, crían y campean águilas imperiales, buitres negros, y otras de rapaces protegidas. A pocos pareció importarle. La otra ruta, que de forma natural debería pasar por la siempre-bien-tratada-por-AENA-y-la-DGAC urbanización de Sto. Domingo, la desviaron hacia la vertiente oriental del valle del Jarama, corredor migratorio norte-sur de avifauna, incrementando además el ruido sobre Fuente el Saz, el Distrito 5-Pradonorte de Algete y el mismo Algete. ¿A quién le importaron los pájaros y las personas que se quedaron con el ruido y el riesgo? A muy pocos. Ahora sin embargo sí parece importar el riesgo de colisión con las aves en algunas zonas y es incluso motivo de denuncias. Nos preguntamos si no hay algo más. Esperemos que los pájaros no sea la excusa para echarle el ruido a otros. No obstante, si AENA implantase las operaciones segregadas y simultáneas a pistas paralelas utilizando las 33 este riesgo se reduciría drásticamente.
La segunda sobre los pilotos, héroes anónimos que con su trabajo diario, dedicación e indudables cualidades puestas al servicio de la sociedad son capaces de sacar a relucir una sangre fría sobrehumana en momentos clave y salvar muchas vidas. Dos ejemplos: Chesley Sullenberger, Sully, el piloto que salvó 153 vidas en Nueva York; James W. Hudspeth, Jack, el piloto que salvó 146 vidas en Lanzarote el 4 de junio de 2007 gracias a una genial maniobra realizada in-extremis y a tener un buen viento de cara. Dos aeropuertos, La Guardia en Nueva York y Lanzarote, que operan en condiciones de seguridad y donde los pilotos pueden salvar vidas. En el Aeropuerto de Madrid-Barajas, donde AENA y la Dirección General de Aviación Civil han implantado, por primera vez en la historia de la aviación, las ilegales e inseguras Operaciones Segregadas y Simultáneas a Pistas Cruzadas, en lugar de las legales y seguras Operaciones Segregadas y Simultáneas a Pistas Paralelas, contraviniendo el Reglamento de Circulación Aérea y los reglamentos de OACI, otro piloto, el que estaba al mando del MD-82 accidentado el 20 de agosto de 2008 y al que obligaron a despegar con viento de cola, no pudo salvar 154 vidas, a pesar, seguro, de hacer todo lo posible e imposible; porque AENA y la DGAC no quieren héroes en Barajas.