La seguridad aérea es de interés público y afecta a toda la sociedad (Javier Aguado del Moral)


In times of universal deceit, telling the truth becomes a revolutionary act (George Orwell)


Cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo (Confucio)

sábado, 20 de octubre de 2012

EL TRIUNFO DE LA DECENCIA Y LA RESPONSABILIDAD



JK022, UNA CADENA DE ERRORES es un documental dirigido por Ione Hernández, que fue presentado al público el pasado jueves 18 de octubre, días después del archivo de la causa penal del accidente del vuelo JK5022 en el Aeropuerto de Madrid-Barajas, por parte de la injusta justicia española.

Si el archivo de esta causa penal fue un portazo a la decencia y dignidad de las víctimas del accidente, este relato, plasmado en un formidable y sobrecogedor documental, es una ventana abierta a la esperanza, no sólo de las víctimas, sino de toda la sociedad española, que ansía recuperar la decencia y dignidad que les ha despojado una administración cruel, corrupta controlada y manipulada por una clase política ilegítima, amoral, alejada de la realidad y la sociedad, sin credibilidad, carente de empatía y al servicio de intereses espurios.

La Asociación de Víctimas del JK5022 ha dado una lección en favor de la dignidad, la decencia y la seguridad aérea que, como dice Javier “Eliot Ness” Aguado del Moral, es de interés público y afecta a toda la sociedad. La cruzada que lleva a cabo no es sólo para esclarecer la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad del accidente y que los responsables paguen por ello, también mira al futuro e implica a toda la sociedad, porque su objetivo más importante y altruista es que una tragedia de estas características no se vuelva a repetir jamás.


Las imágenes del arroyo de la Vega nos encogen el corazón. En lugar del magnífico espectáculo que es el océano Atlántico en Gran Canaria, encontraron su fin en el hilo de agua del arroyo que atraviesa la hondonada al final del barranco, y que todavía despide a los aviones que despegan por la pista 36L. El profundo y grave sonido del violonchelo aflora de lo más hondo del ser desgarrado por el dolor de la pérdida, y cuyo lirismo evoca un canto a la esperanza.

Extraemos unos párrafos del artículo de Aviación Digital Un documental para la decencia de la posteridad aeronáutica española, publicado tres días antes de la proyección del estreno:

Ione, ha tenido que condensar 40 horas de grabaciones en 75 minutos de documental. ... Tantas cosas que decir, tantos errores por desenmascarar, que los testimonios de los 35 entrevistados que aparecerán en pantalla, a buen seguro, no podrán dejar al público neutro ante tal cúmulo de palmarias apreciaciones.
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Preferimos "disfrutar" del tremendo impacto que un documental absolutamente nuevo, tanto en su enfoque, como en su realización artística, nos gratifique en forma de sorpresa, siendo capaz aún de sobrecogernos a los que venimos siguiendo este accidente tan evitable como todos, hoy aún, pues todos los errores, incluso los más graves y sistémicos se materializaron en aquel instante fatídico.
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El objetivo del documental es la denuncia de un estado de cosas en nuestra aviación que propició ese accidente. De lo general, de los despachos que deben supervisarlo todo, incluida la seguridad operativa, a los despachos que no supervisaron nada e hicieron que la tragedia se materializara o se agrandara incluso (especialmente la no aplicación de las recomendaciones de Asistencia a las Víctimas de OACI suscritas por España).
Nadie se conforma cuando se produce un accidente con la simplista y sentenciadora cultura de "echar la culpa al muerto", en referencia a los pilotos, como una y otra vez apostilla Pilar Vera, presidenta de la AVJK5022 en sus declaraciones.
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En aviación los análisis e investigaciones siempre son complejos, y los factores causales estarán desvirtuados en origen, si intentamos hurtar eslabones a la cadena de errores que conducen a la tragedia mediante la simplificación de la culpa del último eslabón de la cadena de errores. La cadena estaba podrida, y el último eslabón en ella sólo sostenía la pesada ancla de la seguridad en el aliento final haciendo imposible reconducir el viaje hacia la tragedia. Se rompió por el eslabón más débil sin derecho a refutar nada ya... La AVJK5022, también en un hecho de generosidad simpar, no se conformó desde el primer momento con señalar acusadoramente a ese último eslabón. No creyó en la simplificación que alienta el propio sistema hurtando eslabones, escondiéndolos en oscuros cajones oficiales en ocasiones, con la esperanza de que toda la verdad nunca se conozca. Esto es lo que se pretende conseguir con este hijo del dolor. Que se conozca la verdad y se resuelvan sus/nuestras preguntas sobre lo evitable de ese accidente. Esa duda, ese desasosiego eterno del que pierde a alguien, se puede mitigar única y exclusivamente con el acceso a la verdad de los hechos y su análisis riguroso.
La AVJK5022 no sólo ha estado a la altura de su responsabilidad cívica para con la seguridad aérea, sino que ha ido mucho más allá de lo que razonablemente se podían exigir a sí mismos tras su dolor. Ahí está la clave de su generosidad. Han sido capaces de trascender a su accidente, y empatizar con todos los accidentes que se producen intentando que desparezcan los factores causales semejantes en otros.
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La cadena de errores, siguiendo la analogía del modelo que el psicólogo James Reason, conocido como el queso de Reason, incluye desde los pilotos, los técnicos de mantenimiento, la compañía Boeing, la administración española (AENA, la Dirección General de Aviación Civil y la AESA), la inspección (AENA, la Dirección General de Aviación Civil y la AESA) y la compañía Spanair. Sin embargo el informe de la CIAIAC y sólo se fija en la actuación de los pilotos y los técnicos. Finalmente la justicia exonera a los técnicos. Desde Las mentiras de Barajas ya lo hemos dicho, los pilotos, controladores, técnicos de mantenimiento, inspectores del Estado, trabajadores en plataforma, etc., no son culpables sino cautivos de un sistema siniestro.

¿Por qué no se depuran las responsabilidades del fallo del relé, como se solicita desde la AVJK5022 y se permite a la compañía Boeing esquivar los requerimientos de la justicia española?


¿Por qué no se depuran las responsabilidades de una operación insegura y criminal en el Aeropuerto de Madrid-Barajas que obligó al vuelo JK5022 a despegar con el viento de cola, con la penalización de peso que eso supone?

¿Por qué no se depuran responsabilidades de la existencia de un barranco y un arroyo al final de la pista 36L?

¿Por qué no se depuran responsabilidades de una inspección que no es tal sino un sistema ideado, diseñado e implantado para satisfacer las exigencias de las compañías en un entorno competitivo que demanda una reducción constante e irracional de costes?

¿Quién es el inspector Justo Sánchez Marín, que aparece en los papeles, que da el visto bueno para que el avión siniestrado siga operando hasta el 22 de agosto de 2008?

¿Por qué no se depuran responsabilidades del lamentable espectáculo de las conversaciones telefónicas entre el desesperado jefe del SUMMA solicitando a través del teléfono de emergencias que envíen los medios para apagar el incendio forestal que se había declarado y despejar el acceso a los supervivientes, que en ese momento se debatían entre la vida y la muerte, exigiendo una puñetera autorización de los responsables del Aeropuerto? ¿Es que no era suficiente razón para obviar la autorización un accidente aéreo y decenas de supervivientes en situación límite?

¿Por qué no se depuran responsabilidades por la tardanza de los servicios médicos de emergencia en acceder al lugar del accidente?

Lo sentimos, pero en ese momento la mirada se nos cayó al suelo mientras con las manos nos cubríamos la cara, por la indignación, tristeza e impotencia. ¿Qué estábamos haciendo todos en ese momento? Mientras decenas de personas se debatían entre la vida y la muerte y uno piensa que, en estos casos, los servicios públicos de emergencia funcionan, resulta que no es así por culpa de unos administradores incompetentes.

La tragedia que fue el accidente se agravó por la improcedente, indigna e insultante actuación de la administración y autoridades después del accidente, ¿por qué se trató así a las víctimas? Porque con su proceder violaron su dignidad y la de los fallecidos.

¿Por qué de las 75 invitaciones que cursó la AVJK5022 a Jefatura del Estado, Presidencia del Gobierno, tres Ministerios, diputados, Fiscalía, Ayuntamiento de Madrid, Comunidad de Madrid, sólo vimos en la proyección a la diputada de Coalición Canaria Ana María Oramas González-Moro?

¿Habrían declinado la invitación si se hubiese tratado de un acto de partido antes unas bases con el encefalograma plano, de criterio anestesiado y callos en las manos de tanto aplaudir, o de un acto en el que cortar una cinta o recibir un homenaje? Seguro que no. Este jueves demostraron lo que son.

Sin nada más que decir y recomendando la lectura del artículo publicado en Aviación Digital Cuando los "antisistemas aeronáuticos", siguen habitando sus despachos, desde Las mentiras de Barajas expresamos nuestro agradecimiento a todos los que realizaron y participaron en el documental, nuestra solidaridad a las víctimas del vuelo JK5022, y nuestro profundo respeto a los fallecidos, en algún lugar siempre en nuestros corazones.