martes, 27 de agosto de 2013
EL FACTOR HUMANO
Quinto aniversario del accidente del vuelo JK5022 y, tras una semana y después de los actos de, quinto aniversario, somos muchos los que no nos resignamos a esperar que pasen los años hasta que el dolor y el recuerdo sea, a lo sumo, una breve reseña en la portada y un par de columnas en las páginas interiores, o quizá un reportaje del Informe Semanal allá por el décimo aniversario, y en la memoria colectiva la imagen borrosa de un avión intentando remontar el vuelo y su impacto contra el suelo.
No se puede ni se debe olvidar que los supervivientes y los familiares de los fallecidos tendrán una herida abierta mientras la sociedad civil, con sus poderes legislativo, ejecutivo y judicial al frente, no atienda sus demandas de conocer toda la verdad.
Aparte de recordar un año más que los riesgos que provocaron el trágico suceso siguen sin resolverse, este año queremos centrarnos en el factor humano. Son los hechos y también las palabras ante determinados sucesos las que definen a las personas, y por ello queremos mostrar actuaciones o declaraciones de algunas mujeres y hombres que tienen o han tenido alguna relación con los dos accidentes de medios de transporte más trágicos sucedidos en los últimos años, los accidentes del vuelo JK5022 y el del tren Alvia en Santiago de Compostela. Hay de lo que sentirse muy reconfortado y orgulloso, pero también hay un gran espacio para la indignación.
Empezamos por el que fuera director del Aeropuerto de Madrid-Barajas durante doce años, Miguel Angel Oleaga Zufiría, personaje siniestro y distante donde los haya, que ha mostrado tal frialdad y nula empatía hacia los afectados del accidente del JK5022, que uno se pregunta muchas cosas sobre la condición humana tras conocerlo. Aparte de negar cualquier átomo de responsabilidad en el accidente y en la vergonzosa y descoordinada actuación de los medios de emergencia, queremos fijarnos en su despedida como director del aeródromo madrileño. Tras una nefasta gestión técnica y económica que deja un aeropuerto operativamente inseguro, sobredimensionado, inmanejable, incómodo, laboralmente conflictivo y convertido en el nuevo Gibraltar tras el asalto de British Airways a Iberia, no dudó en organizarse una fenomenal fiesta de despedida, a la que tuvo la desvergüenza y falta de escrúpulos de invitar, por correo electrónico, a sus subordinados previo peaje de 40 euros, 35 para la cena y 5 para el regalito.
Tan preocupado que estaba con su fiesta de despedida ¿dónde estaba durante el accidente, los días siguientes, y cada año desde entonces?
Continuamos con el ex ministro Francisco Álvarez Cascos, corresponsable político, junto con Rafael Arias Salgado, de la ampliación del Aeropuerto de Madrid-Barajas y de la obsesiva siembra de aeropuertos y ampliaciones por toda la piel de toro, que han llevado a AENA a la ruina técnica y económica.
Hace años nos llamó la atención un hecho que define la catadura moral del personaje. Hartos como han estado y están los madrileños de soportar atascos por las obras de túneles, asfaltados a destiempo, etc., y especialmente por la reforma y soterramiento de la M-30, llega el entonces ministro y destituye a un ingeniero del GIF (Gestor de Infraestructuras Ferroviarias), director de una obra que provocó un monumental atasco en el que se vio atrapado cuando se dirigía a una inauguración en Albacete.
La siguiente en la lista es Teresa Gómez-Limón Amador, parlamentaria autonómica del PP y herida en el accidente del Alvia en Santiago de Compostela, que ha pedido el cese inmediato de los presidentes de Renfe y Adif y ha cargado contra la ministra de Fomento, Ana Pastor, el gobierno de Mariano Rajoy y su compañero de partido y portavoz adjunto en el Congreso de los diputados Rafael Hernando, por distintas razones.
Contra los presidentes de Renfe y Adif por su responsabilidad en el accidente. Contra la ministra por su responsabilidad política. Contra el gobierno de Rajoy por su insensibilidad y falta de empatía hacia las victimas y contra Rafael Hernando “por haber pasado de ser un representante de los ciudadanos a convertirse en un representante de los intereses de las compañías Adif y Renfe”. Leer los artículos de El País y El Mundo.
Sra. Gómez-Limón, tan indignada que se siente ahora, ¿dónde estuvo estos años en los que nada dijo sobre la indiferencia de las instituciones y falta de empatía de los responsables políticos y técnicos hacia los afectados del vuelo JK5022?
Cuán diferentes se ven y sienten las desgracias cuando no son ajenas.
Y finalizamos este paseo por el túnel de los horrores con el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, que ha cometido dos barbaridades. La primera intentar exculpar a los presidentes de Renfe y Adif, mientras hay una investigación judicial abierta y su partido está en el gobierno, y lo segundo politizar la tragedia apuntando como responsable al anterior ministro de Fomento José Blanco, que muy inteligentemente no ha respondido. Este señor ha perdido una oportunidad para estar en silencio. Hay algo que no debería hacer nunca un político: polemizar sobre una tragedia.
Como a su ex compañero Cascos, mejor no le preguntamos dónde estuvieron sus ocupaciones y preocupaciones durante estos 5 años.
Y una vez que dejamos el infierno de la condición humano, nos fijamos en dos personas que han sacado lo mejor de sí y que gracias a su empeño, determinación y constancia no quedarán las cosas como están ni, esperamos, los responsables camparán a sus anchas ni por la calle ni por los medios de comunicación.
En primer lugar el juez Luis Aláez, cuya actitud contrasta con la del juez del caso del vuelo JK5022 de Spanair. Quizá haya contribuido que el conductor, José Garzón, no pereciera en el accidente y así no servirá como chivo expiatorio de los pecados de los demás. Aláez tiene claro que la responsabilidad del accidente no empieza y termina en la presunta negligencia o despiste del conductor. Si la existencia de un sistema que activase el freno automático hubiera evitado el accidente, entonces una larga fila de técnicos y directivos y responsables políticos deberían preparar, junto con sus abogados, las comparecencias ante el juez.
Estimado Luis, ¿por qué no le asignaron el caso del JK5022?
Y para finalizar hablamos de Pilar Vera Palmés, presidenta de la Asociación de afectados del vuelo JK5022. De su biografía sólo sabemos que trabajó en la banca, que está prejubilada, y que es una viajera empedernida. En el accidente del vuelo JK5022 perdió una sobrina de 30 años. La capacidad de trabajo, determinación y constancia que ha demostrado durante este tiempo infinito, son los responsables de que, cinco años después, este accidente siga presente en la memoria colectiva de la sociedad española. Aunque muchos son sus logros, más grandes son sus metas y objetivos: Que esta tragedia no caiga en el olvido, conocer la verdad y toda la verdad y que ni este accidente ni ningún otro vuelvan a repetirse si pueden evitarse.
Su próxima batalla la librará en el Tribunal Constitucional, ante el que la Asociación de afectados del vuelo JK5022 ha presentado un recurso por la atención que recibieron las víctimas y familiares del accidente. Y ya han anunciado que llegarán donde sea y que si éste no prosperarse, acudirán a los tribunales europeos.
Como recordatorio del accidente nos quedamos con el acto junto al Aeropuerto de Gran Canaria, donde supervivientes y familiares lanzaron ciento cincuenta y cuatro rosas blancas al océano Atlántico.
De las muchas fotos hemos elegido esta en blanco y negro. Estimado lector, si tiene corazón y razón, sabrá por qué.
Y desde Las mentiras de Barajas terminamos con la frase "EN ALGUN LUGAR....SIEMPRE EN NUESTROS CORAZONES", de la que suponemos la autoría aunque no con certeza, pero que con la voz rota de de Pilar Vera suena de manera especial.
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