Por su interés publicamos artículo de opinión de la web de pensamiento político Interpolítica sobre la recién aprobada reforma de la Ley de Navegación Aérea. Agradecemos al autor, el concejal del PSOE en el ayuntamiento de Algete D. José María López, el permiso para su publicación en Las mentiras de Barajas.
NAVEGANDO EN EL RIDÍCULO AÉREO
Es casi la hora del té y me encuentro con la aprobación definitiva en el Senado de la reforma de la Ley de Navegación Aérea en los mismos términos en los que salió adelante en el Congreso de los Diputados, pero con una diferencia formal: en el Congreso fue aprobada con la unanimidad de todos los grupos políticos y en el Senado sólo con los votos de PSOE, CIU y el Grupo Mixto. El PP no la ha apoyado esta vez con una insulsa abstención.
Parece que no andan muy sobrados de inteligencia en el grupo del PSOE en el Senado. Ya metieron la pata una vez en diciembre tratando de aprobar por la puerta de atrás un texto de modificación del artículo 4 de la Ley de Navegación Aérea del año 1960, escondida entre varias reformas legislativas obligadas por la transposición a la normativa nacional de una directiva europea; y ahora reinciden.
¿Cuál es el principal beneficiario de la aprobación de esta reforma? El Aeropuerto de Madrid-Barajas, que da empleo a miles de trabajadores mientras tortura y daña la salud de cientos de miles. Infraestructura de la que se beneficia principalmente la Comunidad de Madrid, porque a la economía española le daría lo mismo que el gran aeropuerto español estuviera en Madrid o en Castilla La Mancha.
El no apoyo del PP a esta reforma sólo cabe interpretarlo en clave electoralista suicida. Electoralista porque así se asegura un buen puñado de votos en las próximas elecciones municipales y autonómicas, en las que se presentará como defensor de los ciudadanos, cuando fueron ellos los que diseñaron y construyeron la ampliación del Aeropuerto de Madrid-Barajas. Suicida porque si el PSOE se hubiera plantado y no la hubiera aprobado, el Aeropuerto de Madrid-Barajas cerraría en poco tiempo y los castellano-manchegos tendrían motivos de alegría.
Y así debería haber actuado por dignidad, coherencia, sentido de estado y supervivencia electoral. ¿Quieren cerrar Barajas, señores del PP? Adelante.
Luego todo sería fácil para los socialistas: responsabilizar al PP por construir una infraestructura técnica, social, económica y medioambientalmente inviable, insostenible y muy deficiente. Además podrían vender que el PP favoreció a grupos económicos afines a sabiendas de que no era viable. Finalmente el PSOE habría solucionado el desaguisado devolviendo a los ciudadanos los derechos conculcados durante largo tiempo y proyecta el Gran Aeropuerto en Castilla La Mancha, a tiro de AVE de Madrid, pero pagando los impuestos allí. ¿Los trabajadores? Bueno, sólo tendrían que cambiar de residencia a una zona con gran potencial de desarrollo y grandes oportunidades, un nuevo El Dorado.
Y lo mejor de todo: habrían puesto al PP en el lugar que le corresponde ante los ciudadanos y su propio electorado.
Por lo que respecta a la reforma legal, quizá sea más apropiado llamarlo gatillazo legal, porque o no capto la intención de sus señorías o al final todo se queda como está: Unos sufriendo, y sin contrapartida alguna más que el consuelo de ser contribuidores netos a la cuenta de resultados de AENA y las compañías aéreas, y otros llenando sus arcas, AENA y las compañías aéreas, en nombre del interés general, que viene a ser la versión moderna del derecho de pernada.
lunes, 15 de marzo de 2010
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