Día 3 de septiembre, 20:34 hora local del Aeropuerto internacional de Madrid- Barajas, el termómetro marca 39º, los bomberos informan que tardarán varias semanas en apagar las llamas que devoran la gran Terminal 4. Todavía nos preguntamos: ¿Qué razones había para esperar a sufrir el accidente aéreo más catastrófico de la historia de la aviación civil con miles de muertos para comprobar las consecuencias que podría tener la inseguridad que entrañaban las operaciones en Barajas? Y todo comenzó cuando un Boeing 747 se dispuso a tomar tierra por la pista 33 L, entonces descubrimos que el infierno existe.
¿Ficción? Por ahora sí, afortunadamente. No obstante, describe uno de los accidentes que podrían suceder en Barajas debido a la configuración de operaciones con la que opera este aeropuerto, donde se tolera el incumplimiento de más de 100 normas de seguridad del Reglamento de Circulación Aérea Español por permitir, entre otras cosas, la existencia de obstáculos al final de las pistas o la supresión de las OPERACIONES SEGREGADAS SIMULTANEAS A PISTAS PARALELAS O CASI PARALELAS, y en su lugar han adoptado las OPERACIONES SEGREGADAS SIMULTANEAS A PISTAS que NO SON PARALELAS NI CASI PARALELAS.