Termina el año con un accidente aéreo en la capital de Rusia, Moscú. Un avión TU-204, vuelo 9268, procedente del Aeropuerto de Pardubice en la República Checa se salió de la pista en el Aeropuerto Internacional de Moscú-Vnukovo una vez había tomado tierra tras un aterrizaje forzoso en la pista 19 a las 16:33 hora local del pasado 29 de diciembre de 2012. La aeronave se incendió y se partió en tres partes, una de las cuales alcanzó la autopista situada a unos 300 metros del final de la pista.
Antes del suceso había nevado y durante el aterrizaje había viento cruzado con rachas de has 29 nudos.El balance es de cinco fallecidos de un total de ocho tripulantes: el comandante, el copiloto, el ingeniero de vuelo y dos asistentes; el resto sufrió heridas graves. Por el momento no se conocen las causas del accidente aunque según el Ministerio de Situaciones de Emergencia la hipótesis más probable es la de un fallo del piloto.
En este video se puede ver el momento en el que restos del fuselaje del avión invaden la autopista y golpean a un coche que circulaba por ella.
Pulsar aquí para consultar los datos técnicos del accidente.
Y el esquema del final de pista en el que se puede observar la pendiente descendente desde el final de la pista hasta la autopista, el muro de hormigón que actúa como protección y la hondonada de unos 10 metros de profundidad.
Insistimos una vez más sobre qué habría pasado en el Aeropuerto de Madrid-Barajas si hubiera sucedido este accidente, y para ello mostramos una foto de la maqueta del Aeropuerto con la que AENA recibe a los pasajeros que acceden a la Terminal 2 (más información en Riesgo 6 del Aeropuerto de Madrid-Barajas).
El avión, que hubiera aterrizado por la pista 32L o 32R (las anteriores 33L y 33R), habría ido directo contra los aviones que en ese momento esperan la autorización para el despegue por las pistas 36L y 36R. En Moscú fueron cinco muertos, en Madrid-Barajas serían muchos más.