Recordamos los artículos en los que relatábamos cómo Javier Aguado después de un largo período sin realizar inspecciones vuelve a ejercer de Inspector del Estado y de lo que fue encontrando:
Artículo 1: ¡SR PRESIDENTE, EN ESPAÑA NO SE HACEN INSPECCIONES DE VUELO!
Artículo 2: LOS PAPELES DE JAVIER AGUADO: IBERIA VUELA ILEGALMENTE
En sus inspecciones Javier “Eliot Ness” Aguado actuaba guiado por las denuncias no anónimas de pilotos que, por otro lado, creían en la responsabilidad social y profesional de sus actuaciones en pro de la seguridad aérea.
El modo de proceder lógico hubiera sido que la Dirección General de Aviación Civil tramitase diligentemente los expedientes, aplicado estrictamente el reglamento y protegido a las fuentes de información, pero ¿qué sucedió realmente? Todos lo sabemos, aunque no está de más recordarlo: Javier Aguado fue apartado nuevamente de la inspección, los pilotos fueron despedidos o sancionados por sus empresas y éstas, las compañías aéreas, continuaron con su actividad sin ningún control efectivo. Porque quienes realizan desde entonces las inspecciones son Expertos Técnicos de Operaciones en Vuelo de SENASA, que son pilotos prejubilados por las mismas compañías a las que inspeccionan y de las que aún cobran.
Todos conocemos los hechos pero ¿dónde están las pruebas de que las compañías presionasen a la Dirección General de Aviación Civil para retirar a Javier “Eliot Ness” Aguado del Moral como inspector del Estado y dejar el camino expedito para represaliar a los pilotos que colaboraron con él, tal y como debe ser.
Las pruebas están aquí (pinchar el enlace para acceder a los documentos):
Estos son los documentos que prueban que Javier Aguado fue apartado de la inspección aeronáutica porque los directivos de Iberia se lo pidieron al Director de Aviación Civil.
Y no nos cabe la menor duda que lo que aplica a Iberia aplique a otras compañías. Aunque la situación puede ser más dramática aún, y que este procedimiento sea el habitual y no se inspeccione a ninguna compañía, algunas de las cuales probablemente no sean responsables o cómplices de este fraude de ley.
Este proceder corrupto de la Dirección General de Aviación Civil y algunas compañías impide ahora a los pilotos denunciar nada, porque saben cómo acabarán: sancionados y despedidos, y a los inspectores del Estado (a los auténticos inspectores no a esos asalariados de las compañías, conocidos como Expertos Técnicos de Operaciones en Vuelo de SENASA) realizar su trabajo y garantizar que las compañías aplican lo estipulado reglamentariamente por ley para garantizar la seguridad aérea en sus vuelos.
Con la aplicación de la Ley de Seguridad Aérea, la AESA tomó el testigo de la inspección, entre otras funciones que antes desempeñaba la Dirección General de Aviación Civil y, además heredó su forma irregular de proceder.
Al final cuando las cosas se hacen mal hay consecuencias, y cuando las cosas se hacen mal con la seguridad aérea las consecuencias son incidentes y accidentes, como por ejemplo el del 20 de agosto de 2008 en el Aeropuerto de Madrid-Barajas, o el que tuvo lugar en febrero de este año en en el aeropuerto de Cork en Irlanda, en el que un vuelo operado por Flightline, una compañía con certificado español, se estrelló, falleciendo sus seis ocupantes.
Y por mucho que intenten justificarlo o explicarlo no hay argumentos para justificar un proceder irregular por parte de la administración que está poniendo en riesgo la vida de personas. Por eso la Unión Europea ha advertido a España de que su seguridad aérea es defectuosa, describiendo debilidades en la inspección de las aerolíneas y una falta de personal de seguridad cualificado.
Adjuntamos la noticia publicada en Aviación Digital ¿AESA en la picota? En la que se informa de esta denuncia de la Unión Europea y se realiza un análisis de la situación actual de la inspección aeronáutica en España. Hecho que venimos denunciando desde hace años el equipo de Las mentiras de Barajas.
Y el enlace del debate de la noticia en Aviación Digital.
Quizá lo que la Unión Europea desconozca, aunque lo intuya, es la trama de corrupción institucionalizada que hay implantada y bien arraigada en la Aviación Civil española. Un edificio en ruinas que amenaza con arrastrarnos a todos en su caída hacia el abismo.
La misma AESA que acaba de certificar el Aeropuerto de Madrid-Barajas.
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