Parece mentira, un pueblo tan orgulloso de su forma de ser, elegantes, educados, trabajadores, prácticos, orgullosos, y con sentido común, aunque a los ojos de los demás parezcan altivos, cínicos, clasistas, y poco afectos a la lealtad. Uno sospecha cuando se muestran orgullosos de su gastronomía, si la comida inglesa puede clasificarse como tal, y de la altura de sus montañas; claro, que a cualquier cosa llaman gastronomía y a cualquier colina monte. Al contrario que los españoles, que a montañas de tres mil y pico metros llamamos sierra y hasta hace bien poco las migas, los huevos con jamón y el cocido eran platos humildes y de andar por la casa de cada uno. Las cosas cambian con el tiempo, y a la par que en España empezábamos a sentirnos orgullosos de nuestros paisajes y gastronomía, aunque los mayores reconocimientos vengan de fuera, desde las Islas Británicas parece que últimamente están perdiendo el sentido común y ese espíritu práctico que había que reconocerles.
Primero, ¿a qué viene que los parlamentarios británicos apuesten por la ampliación del Aeropuerto de Londres-Heatrow cuando el 26 de marzo de 2010 la justicia paralizó de la construcción de la tercera pista del proyecto de ampliación del Aeropuerto de Londres-Heathrow? Un proyecto que se aprobó en enero de 2009 y que un año después los tribunales británicos paralizaron, antes de iniciarse la obra, ordenando la revisión de la autorización por insuficiencia del trámite de participación, consulta o debate público y por la insostenibilidad de una autorización contraria a la estrategia del Reino Unido contra el cambio climático.
En el informe del comité de Transporte de la Cámara de los Comunes, se argumenta que construir un nuevo aeropuerto sería extremadamente caro para el erario público teniendo en cuenta los recortes del gasto que el Ejecutivo lleva a cabo en la actualidad, y recomienda al ejecutivo la ampliación del Aeropuerto de Londres-Heathrow con la construcción de una tercera pista e incluso una cuarta.
Las conclusiones de este informe choca con la propuesta del alcalde de Londres, Boris Johnson, que apostó a principios del año pasado por crear un aeropuerto en la "Isla de Grain", en la desembocadura del río Támesis en el condado de Kent (sureste), el nuevo Aeropuerto de Londres-Támesis (London-Thames Airport). Un proyecto conocido como "Isla Boris" que iba a ser diseñado por el arquitecto Norman Foster y que permitiría disponer de una nueva base aérea a 56 kilómetros de la ciudad. El nuevo aeropuerto dispondría de cuatro pistas de aterrizaje y despegue, de unos cuatro kilómetros cada una funcionando las 24 horas del día, y tendría una capacidad para gestionar el tránsito anual de 150 millones de pasajeros.
Además resulta que ahora los parlamentarios conservadores se han vuelto ecologistas, de salón claro, porque otro de los argumentos que esgrimen es que un proyecto de semejante envergadura perjudicaría la vida animal presente en el Estuario del Támesis. Como si a los parlamentarios tories les importase la naturaleza después de amparar, promover y justificar las mayores tropelías contra el medio ambiente cometidas en su tierra y fuera de ella.
Así, para que Londres no pierda pasajeros e incluso mejore el flujo de pasajeros, los parlamentarios proponen la ampliación de Heathrow con una tercera pista e incluso sugieren que se construya una cuarta, aunque reconocen que no son soluciones a largo plazo. Contradictorio razonamiento, entonces ¿cuál sería la solución a largo plazo? Se lo decimos nosotros, construir otro aeropuerto nuevo. Parece que en Londres van por el mismo camino equivocado que tomaron en Madrid con la nefasta ampliación del Aeropuerto de Barajas, en lugar de la construcción del Aeropuerto de Campo Real.
La ampliación de Londres-Heathrow cuenta con la oposición de los ayuntamientos y residentes del oeste de Londres que se niegan a soportar más ruidos como consecuencia del aumento de vuelos y que exigen el cierre nocturno definitivo. Afortunadamente para ellos, los pueblos inglés, escocés y galés, británicos todos, aún conservan las virtudes que han perdido sus dirigentes, o algunos de ellos. Y como disponen de los medios, como una justicia rápida y eficaz, y saben organizarse, seguro que vencerán. Desde Las mentiras de Barajas les enviamos todo nuestro ánimo y apoyo. Ellos sí sabrán librarse de gobernantes incompetentes y alejados de la realidad y los deseos de progreso y bienestar de la inmensa mayoría de los británicos.
Y segundo, la entrevista a Willie Walsh, el irlandés consejero delegado de IAG, publicada en ABC el pasado 13 de mayo. Aunque sea irlandés.
Éstas son algunas de las memorables frases de su entrevista realizada tras el anuncio de que IAG había perdido 630 millones de euros en el primer trimestre:
“Esperamos que Iberia sea rentable en 2014 tras aplicar las medidas previstas”
Este irlandés parece haberse contagiado de la indolencia del aprendiz de brujo que preside el gobierno de España, aunque al menos concede entrevistas.
…
¿Por qué están a punto de adquirir 36 aviones para BA y, sin embargo, ninguno para Iberia? Es muy simple. Iberia no se podía permitir comprar ninguno. Hemos asegurado reservas de aviones para Iberia, que se harán efectivas cuando reestructure su negocio. Si Iberia operara sola, no en IAG, no habría sido capaz de financiar nuevos aviones, porque no dispone de caja y no sería capaz de solicitar financiación porque su calificación crediticia no sería suficiente. Iberia no tendría acceso a los mercados financieros. Es tan simple como eso.
Entendemos que quiere decir que si British operase sola no habría tenido dinero para pagar las pensiones de su convenio. Iberia tenía de sobra para comprar los nuevos aviones y muchos más, tal y como contemplaba en su plan inicial de renovación de flota.
…
IAG premió recientemente a su consejo de administración con un bonus cuyo valor en el momento de la entrega ascendía a 7,5 millones. ¿Considera esta medida apropiada, teniendo en cuenta los resultados que presentan y la crisis de Iberia? Sí, es un bonus de largo plazo, de tres años, pero sólo se aplica para los objetivos que se han conseguido. La gente no se reparte los bonus hasta que los resultados se han satisfecho. Y, por supuesto, creo que es lo correcto hacerlo, porque todo el mundo está interesado es que se cumplan esos objetivos, para que se logre el regreso de Iberia a la rentabilidad.
Mientras los trabajadores tendrán que bajarse el sueldo, bien, bien; y todavía habrá sindicatos conformes con el acuerdo o como se llame.
Desde Las mentiras de Barajas le preguntamos ¿cómo es posible que Iberia haya perdido el liderazgo del transporte entre Europa e Iberoamérica a favor de Air France y más cuando la América que habla español y portugués va como un tiro y su economía crece sin descanso? Sencillo porque a los británicos Iberia no les importa nada. Su objetivo, y no nos cansamos de repetirlo es trocear a Iberia, succionarle todo lo que pueda y luego convertirla en un operador regional de bajo coste bajo la denominación única de Iberia Express, una vez fusionada con Vueling.
Primero, ¿a qué viene que los parlamentarios británicos apuesten por la ampliación del Aeropuerto de Londres-Heatrow cuando el 26 de marzo de 2010 la justicia paralizó de la construcción de la tercera pista del proyecto de ampliación del Aeropuerto de Londres-Heathrow? Un proyecto que se aprobó en enero de 2009 y que un año después los tribunales británicos paralizaron, antes de iniciarse la obra, ordenando la revisión de la autorización por insuficiencia del trámite de participación, consulta o debate público y por la insostenibilidad de una autorización contraria a la estrategia del Reino Unido contra el cambio climático.
En el informe del comité de Transporte de la Cámara de los Comunes, se argumenta que construir un nuevo aeropuerto sería extremadamente caro para el erario público teniendo en cuenta los recortes del gasto que el Ejecutivo lleva a cabo en la actualidad, y recomienda al ejecutivo la ampliación del Aeropuerto de Londres-Heathrow con la construcción de una tercera pista e incluso una cuarta.
Las conclusiones de este informe choca con la propuesta del alcalde de Londres, Boris Johnson, que apostó a principios del año pasado por crear un aeropuerto en la "Isla de Grain", en la desembocadura del río Támesis en el condado de Kent (sureste), el nuevo Aeropuerto de Londres-Támesis (London-Thames Airport). Un proyecto conocido como "Isla Boris" que iba a ser diseñado por el arquitecto Norman Foster y que permitiría disponer de una nueva base aérea a 56 kilómetros de la ciudad. El nuevo aeropuerto dispondría de cuatro pistas de aterrizaje y despegue, de unos cuatro kilómetros cada una funcionando las 24 horas del día, y tendría una capacidad para gestionar el tránsito anual de 150 millones de pasajeros.
Además resulta que ahora los parlamentarios conservadores se han vuelto ecologistas, de salón claro, porque otro de los argumentos que esgrimen es que un proyecto de semejante envergadura perjudicaría la vida animal presente en el Estuario del Támesis. Como si a los parlamentarios tories les importase la naturaleza después de amparar, promover y justificar las mayores tropelías contra el medio ambiente cometidas en su tierra y fuera de ella.
Así, para que Londres no pierda pasajeros e incluso mejore el flujo de pasajeros, los parlamentarios proponen la ampliación de Heathrow con una tercera pista e incluso sugieren que se construya una cuarta, aunque reconocen que no son soluciones a largo plazo. Contradictorio razonamiento, entonces ¿cuál sería la solución a largo plazo? Se lo decimos nosotros, construir otro aeropuerto nuevo. Parece que en Londres van por el mismo camino equivocado que tomaron en Madrid con la nefasta ampliación del Aeropuerto de Barajas, en lugar de la construcción del Aeropuerto de Campo Real.
La ampliación de Londres-Heathrow cuenta con la oposición de los ayuntamientos y residentes del oeste de Londres que se niegan a soportar más ruidos como consecuencia del aumento de vuelos y que exigen el cierre nocturno definitivo. Afortunadamente para ellos, los pueblos inglés, escocés y galés, británicos todos, aún conservan las virtudes que han perdido sus dirigentes, o algunos de ellos. Y como disponen de los medios, como una justicia rápida y eficaz, y saben organizarse, seguro que vencerán. Desde Las mentiras de Barajas les enviamos todo nuestro ánimo y apoyo. Ellos sí sabrán librarse de gobernantes incompetentes y alejados de la realidad y los deseos de progreso y bienestar de la inmensa mayoría de los británicos.
Y segundo, la entrevista a Willie Walsh, el irlandés consejero delegado de IAG, publicada en ABC el pasado 13 de mayo. Aunque sea irlandés.
Éstas son algunas de las memorables frases de su entrevista realizada tras el anuncio de que IAG había perdido 630 millones de euros en el primer trimestre:
“Esperamos que Iberia sea rentable en 2014 tras aplicar las medidas previstas”
Este irlandés parece haberse contagiado de la indolencia del aprendiz de brujo que preside el gobierno de España, aunque al menos concede entrevistas.
…
¿Por qué están a punto de adquirir 36 aviones para BA y, sin embargo, ninguno para Iberia? Es muy simple. Iberia no se podía permitir comprar ninguno. Hemos asegurado reservas de aviones para Iberia, que se harán efectivas cuando reestructure su negocio. Si Iberia operara sola, no en IAG, no habría sido capaz de financiar nuevos aviones, porque no dispone de caja y no sería capaz de solicitar financiación porque su calificación crediticia no sería suficiente. Iberia no tendría acceso a los mercados financieros. Es tan simple como eso.
Entendemos que quiere decir que si British operase sola no habría tenido dinero para pagar las pensiones de su convenio. Iberia tenía de sobra para comprar los nuevos aviones y muchos más, tal y como contemplaba en su plan inicial de renovación de flota.
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IAG premió recientemente a su consejo de administración con un bonus cuyo valor en el momento de la entrega ascendía a 7,5 millones. ¿Considera esta medida apropiada, teniendo en cuenta los resultados que presentan y la crisis de Iberia? Sí, es un bonus de largo plazo, de tres años, pero sólo se aplica para los objetivos que se han conseguido. La gente no se reparte los bonus hasta que los resultados se han satisfecho. Y, por supuesto, creo que es lo correcto hacerlo, porque todo el mundo está interesado es que se cumplan esos objetivos, para que se logre el regreso de Iberia a la rentabilidad.
Mientras los trabajadores tendrán que bajarse el sueldo, bien, bien; y todavía habrá sindicatos conformes con el acuerdo o como se llame.
Desde Las mentiras de Barajas le preguntamos ¿cómo es posible que Iberia haya perdido el liderazgo del transporte entre Europa e Iberoamérica a favor de Air France y más cuando la América que habla español y portugués va como un tiro y su economía crece sin descanso? Sencillo porque a los británicos Iberia no les importa nada. Su objetivo, y no nos cansamos de repetirlo es trocear a Iberia, succionarle todo lo que pueda y luego convertirla en un operador regional de bajo coste bajo la denominación única de Iberia Express, una vez fusionada con Vueling.
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