La seguridad aérea es de interés público y afecta a toda la sociedad (Javier Aguado del Moral)


In times of universal deceit, telling the truth becomes a revolutionary act (George Orwell)


Cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo (Confucio)

lunes, 16 de agosto de 2010

NUEVA VICTORIA DE JAVIER AGUADO EN LOS JUZGADOS CONTRA AVIACIÓN CIVIL

Adjuntamos la sentencia de una nueva demanda ganada por Javier “Eliot Ness” Aguado del Moral, Inspector del Estado de Vuelo, de operaciones de tráfico aéreo y de tripulaciones, contra la Dirección General de Aviación Civil, representada por la abogacía del estado (que todos los españoles sufragamos con nuestros impuestos.)

Javier Aguado planteó esta demanda por la sanción de seis meses de suspensión de empleo y sueldo, exactamente desde el 1 de octubre de 2.008 hasta el 31 de marzo de 2.009, que le impuso el anterior Director General de Aviación Civil, D. Manuel Bautista Pérez, justo antes de que empezase a funcionar la AESA.

Esa sanción le fue impuesta porque según los jefes en la DGAC los informes que Javier Aguado hacía, relacionados con encargos suyos, no eran de su agrado. Los jefes de la DGAC argumentaron que no estaban conformes con lo que Javier les informaba: que no se podía autorizar cosas que no estaban reconocidas por las leyes y demás normas aeronáuticas relacionadas con cada caso concreto.

Un ejemplo: En algunos casos solicitaban informe sobre si se podía nombrar o no como “piloto de alta experiencia” a determinados pilotos de diversas compañías. Javier les indicaba que no era posible ese nombramiento puesto que esa denominación no estaba contemplada en el JAR FCL, que es la norma, y ley, que recoge los diversos nombramientos y títulos de pilotos. Es decir que los conocimientos adquiridos a través de la experiencia no constituyen por sí mismos un Título Profesional, como sucede con cualquier otra profesión, por ejemplo el caso de ingenieros, médicos, etc. Por mucha experiencia que tenga un ingeniero nunca podrá firmar un proyecto si no tiene la titulación exigida; y no hablemos del caso de los médicos. Las consecuencias de este proceder están al orden del día en las páginas de sucesos de los diarios.

La cuestión esencial, y en la que lamentablemente no entra el Tribunal, es que si los jefes de la DGAC preguntan algo es porque consideran que los conocimientos y criterios en la materia son suficientes y superiores a los de ellos. Como la opinión de Javier no coincide con su criterio entonces deciden que no tiene validez y además que sus conocimientos son superiores a los suyos y por lo tanto que es acreedor de una sanción disciplinaria. En resumen: di lo que nosotros queremos que digas y en caso contrario te sancionamos, y todo al margen de la ley.

¿Dónde está la libertad constitucional de opinión y de información y sobre todo en el ejercicio de sus funciones de Inspector del Estado? ¿Qué garantías y seguridad jurídica tiene un Inspector del Estado cada vez que le solicitan un informe?

Desgraciadamente y como ya hemos indicado anteriormente, la Sentencia, aunque ha fallado a su favor anulando la sanción de suspensión de empleo y sueldo de seis meses, no entra en el fondo y sólo se basa en defectos del procedimiento sancionador.

La defensa fue sufragada por el propio Javier Aguado que tiene que hacer frente con sus propios medios cada vez que los arbitrarios caprichos sancionadores de sus Jefes devienen, y que se aprovechan de los servicios de la Abogacía del Estado para sustentar el acoso y persecución a los que someten a este ciudadano ejemplar donde los haya.

Estimado lector, si todavía consideras que Javier no necesita todo nuestro apoyo, tu apoyo, moral y tu apoyo tangible y económico, entonces es que eres uno de ellos, porque ante esta situación no vale la equidistancia ni permanecer al margen, porque la seguridad aérea es de interés público y afecta a toda la sociedad.









7 comentarios:

Anónimo dijo...

Durante el régimen anterior se eliminaba la molesta presencia de sus opositores por medio de métodos tan radicales, crueles e ilegales como “el paseo”, o su encarcelamiento y en algunos casos permitirles hacerles creer que podían liberarse por sí mismos para acto seguido dispararles por tratar de fugarse, represaliando al mismo tiempo a las familias de esos opositores, y un interminable etc., de ejemplos.
Pero esos métodos, no sólo patrimonio de elementos fascistas, sino también practicados por otros que se creían defensores de la legalidad y de una ideología, la suya propia, que creían la única válida, también se practican hoy en día en plena democracia (o al menos eso creemos que tenemos ilusoriamente) aunque con otros procedimientos más sutiles y en apariencia legales, pero no por ello menos efectivos para conseguir eliminar al oponente -incluso afectando indirectamente a la familia de éste para mayor eficacia-, y también a aquellos que solamente discrepan con quien ostenta “el poder”.
Y el presente caso del Inspector del Estado D. Javier Aguado del Moral es un ejemplo palmario de aquellas actitudes.
Poco ha cambiado desde entonces. Todo quedó “atado y bien atado”. Desaparecieron aquellos métodos y sus ejecutores de la escena diaria, que no de entre bastidores, pero aún perviven en nuestra sociedad y en las estructuras del Estado español aquellas actitudes. La dictadura dió esos frutos y han de pasar generaciones para que desaparezcan.
Puede que algún día, que aún presiento lejano, algún Gobierno se dé cuenta de todo ello, del peligro que supone para el pleno uso y disfrute de nuestro sistema democrático, y establezca leyes y métodos para detectar y depurar esas actitudes dentro de la propia Administración Pública.
Mientras tanto solo nos queda, o resignarnos y sufrir las consecuencias cuando nos toque a cada uno, o por el contrario revelarnos y utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para acabar de una vez con esos métodos fascistas, ilegales y crueles.
Fdo.: Anónimo

alasdeplomo dijo...

Que tenga que estar una persona defendiéndose en los tribunales, cuando se limita a exponer datos concretos, hace recomendaciones basadas en la legalidad, intentar que se cometan atropellos o se vulneren determinadas leyes, pone los pelos de punta.
Si esta es la democracia que nos han vendido como el remedio a los males dictatoriales, habrá que estudiar derecho todos antes de comenzar en un trabajo cualquiera.
Así sabremos al menos a qué atenernos.
¡Que Dios y la Ley nos amparen!

Por la seguridad en Barajas dijo...

Estimado Alas de Plomo,

y así lleva más de 20 años. Sólo la fuerza de la razón, el corazón que tiene Javier y el apoyo de algunas personas han sido sus asideros durante esta larga travesía por el desierto.

Un fuerte abrazo.

Por la seguridad en Barajas dijo...

Por su interés insertamos los siguientes comentarios publicados en Aviación Digital (http://www.aviaciondigitalglobal.com/Debates.asp?NotId=13997)

PEPIÑO EL MALILLO - (16/08/2010)


Hay que ayudar a este hombre, mañana puede que seamos cualquiera de nosotros , si, cualquiera de esta profesion, los pilotos ya tienen a uno, los controladores a otro, los TMA tambien tienen gente, etc, etc,..... por no hablar de los TCP.

En AENA tambien hay algunos, es una Mafia que se refleja en AESA, y quizas nos toque la ruleta a nosotros o a algun familiar que vaya en avion.


atcvoice - (16/08/2010)


No se para cuando está fijado el huicio, pero sería bueno para todos los aeronáuticos acudir con pancartas que dijeran "al que no mira para otro lado le quieren acorralar" "Javier Aguado somos todos" "Por la seguridad aérea española" o lemas parecidos... previo aviso a los medios

Por la seguridad en Barajas dijo...

A vista de pájaro - (17/08/2010)


Conozco el caso de los "pilotos de alta experiencia" por haberlo tratado y discutido con el Inspector D. Javier Aguado en alguna ocasión. Las compañías aéreas solicitan esos nombramientos para que ciertos pilotos de su plantilla se hagan cargo de algunos cometidos del entrenamiento habitual y periódico, como son los vuelos en línea bajo supervisión en un curso de conversión del operador y la verificación en línea preceptiva que cierra esa primera etapa del entrenamiento en el avión, o para supervisar las verificaciones en línea establecidas en el entrenamiento periódico cada doce meses.
El problema técnico se plantea porque las empresas aéreas piden el reconocimiento para algunos pilotos de un status no reconocido oficialmente en ninguna norma europea al uso, ni JAR-OPS ni EU-OPS. Al parecer, la denominación "alta experiencia" que se invoca procede de viejas circulares de la antigua Aviación Civil donde se reclamaba como requisito al menos 1.500 horas de experiencia a los pilotos europeos para poder reconocerlos en España con ciertos privilegios. Es decir, nada tenía que ver esa "experiencia" con las labores del entrenamiento habitual de la plantilla de pilotos de una compañía aérea, sino con el reconocimiento en España de las licencias europeas que solicitaban trabajar aquí.
En estas condiciones de evidente distorsión de objetivos, se obviaba, o se desconocía, lo que la propia norma JAR-OPS/EU-OPS propone (Apéndice 2 del JAR-OPS/EU-OPS 1.175,c)3)) cuando introduce la modalidad del PILOTO SUPERVISOR para controlar toda supervisión de tripulantes. Lo correcto, por lo tanto era, es, que las compañías de vuelo designen sus "pilotos supervisores" de acuerdo a las normas escritas en su manual de operaciones y que esos pilotos con responsabilidad sean aceptables para la Autoridad.
En esta mezcla de denominaciones y cometidos es donde entra en escena la sabiduría y buen hacer del Inspector Sr. Aguado que evidentemente se oponía al "piloto de alta experiencia" por ser figura inexistente en la normativa europea, y reclamaba al "piloto supervisor" al que probablemente sus jefes, y las compañías peticionarias, desconocían.
Ante estos hechos nos tenemos que preguntar si tienen alguna base jurídica los expedientes, éste y otros más, que se abren contra el Sr. Aguado o asistimos atónitos al acoso y derribo de una persona con las armas del mobbing más ladino, taimado y reiterado que hayamos conocido. Nos tenemos que preguntar por qué se utiliza a la abogacía del Estado para defender lo indefendible contra alguien que también contribuye a pagar sus sueldos. Yo opino que ni la Administración, ni la Abogacía ni las compañías aéreas ni los pilotos que deberían conocer mejor la legislación que les atañe salen muy bien parados de episodios como el que aquí se comenta.

Por la seguridad en Barajas dijo...

Cristina Antón - (18/08/2010)

Suerte y ánimo Javier. Ahí te va una ayudita. Si no la ves avisa, y me cargo a los del banco.
Y si necesitas algo más chilla.
Un abrazo, y eso que no te conozco, pero sólo por pelear ya me caes estupendamente.


Cristina Antón - (18/08/2010)

ATC Voice:

Si me avisáis me apunto.
Del texto de la pancarta ya me encargo yo.

Juan Moreno dijo...

Felicidades Javier, por la última sentencia. Ánimo y suerte en tu lucha contra el acoso al que te están sometiendo. Tienes mi admiración y apoyo. Un abrazo. Juan