Según informa AENA en nota de prensa, implantará el próximo 1 de julio un nuevo procedimiento de atenuación de ruido para la pista 18R del Aeropuerto de Madrid-Barajas, la más cercana a su bien-querida-y-bien-tratada-urbanización-de-Santo-Domingo. La medida consistirá en recomendar a los pilotos el sobrevuelo de la urbanización en una configuración lo más limpia posible con objeto de reducir el ruido. Esto supone que los aviones desplegarán el tren de aterrizaje y los flaps después de sobrepasar la citada urbanización.
Este nuevo procedimiento ya ha sido aprobado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y se ha remitido para su publicación en el AIP (Publicación de Información Aeronáutica). Para esto ha quedado la AESA, para el fútbol y los ruiditos.
Además AENA, cediendo incomprensiblemente a las presiones, está sopesando la posibilidad de cerrar la pista 18R al tráfico aéreo en determinadas franjas horarias y utilizar exclusivamente la pista 18L, mientras, según ellos, la demanda lo permita.
Recomendamos la lectura del Debate sobre la noticia en Aviación Digital.
Es decir, al uso preferente de la configuración norte, aún en condiciones de viento que hacen insegura esa operación (recordamos que en el momento del accidente del vuelo JK5022 de Spanair el viento soplaba del sur y el aeropuerto operaba en configuración norte), tal y como se establece en el AIP,
AENA añade una serie de medidas que pueden atentar contra la seguridad de la operación, como son operar al límite de seguridad la pista 18L, lo que ha provocado ya incidentes por los bloqueos de las frustradas sobre los despegues por las pistas 15R y 15L.
¿Por qué no hacen lo mismo con la pista 18L, que afecta acústicamente a Fuente el Saz de Jarama o la Urbanización Pradonorte de Algete y que se encuentran más o menos a la misma distancia del aeropuerto o Belvis de Jarama que está mucho más cerca?
¿Por qué no hacen lo mismo con la pista 33R, que afecta acústicamente a Torrejón de Ardoz y que se encuentra tan sólo a 2,5 km del aeropuerto?
¿Por qué no hacen lo mismo con la pista 33L, que afecta acústicamente a San Fernando de Henares y Mejorada del Campo y que se encuentran tan sólo a 2 y 8 km respectivamente del aeropuerto?
¿Será que los vecinos de Belvis de Jarama, Fuente el Saz de Jarama, la Urbanización Pradonorte de Algete, Torrejón de Ardoz, San Fernando de Henares y Mejorada del Campo no son ciudadanos con los mismos derechos ante los ojos de AENA?
¿Qué costes ambientales, de incremento de emisiones contaminantes, para los municipios cercanos al aeropuerto van a tener estas medidas antirruidito? ¿Qué costes van a tener estas medidas antirruidito para las compañías aéreas?
Este nuevo procedimiento ya ha sido aprobado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y se ha remitido para su publicación en el AIP (Publicación de Información Aeronáutica). Para esto ha quedado la AESA, para el fútbol y los ruiditos.
Además AENA, cediendo incomprensiblemente a las presiones, está sopesando la posibilidad de cerrar la pista 18R al tráfico aéreo en determinadas franjas horarias y utilizar exclusivamente la pista 18L, mientras, según ellos, la demanda lo permita.
Recomendamos la lectura del Debate sobre la noticia en Aviación Digital.
Es decir, al uso preferente de la configuración norte, aún en condiciones de viento que hacen insegura esa operación (recordamos que en el momento del accidente del vuelo JK5022 de Spanair el viento soplaba del sur y el aeropuerto operaba en configuración norte), tal y como se establece en el AIP,
AENA añade una serie de medidas que pueden atentar contra la seguridad de la operación, como son operar al límite de seguridad la pista 18L, lo que ha provocado ya incidentes por los bloqueos de las frustradas sobre los despegues por las pistas 15R y 15L.
¿Cómo resuelve AENA la situación? Copiamos literalmente porque suena a chiste.
Para conseguir esta distribución equilibrada de tráfico aéreo se han realizado campañas de información y concienciación a los pilotos y a los controladores del Centro de Control de Tráfico Aéreo de Madrid y se ha reducido la interferencia de las operaciones de la pista 18L sobre la 15R.
Para conseguir esta distribución equilibrada de tráfico aéreo se han realizado campañas de información y concienciación a los pilotos y a los controladores del Centro de Control de Tráfico Aéreo de Madrid y se ha reducido la interferencia de las operaciones de la pista 18L sobre la 15R.
¿Por qué no hacen lo mismo con la pista 18L, que afecta acústicamente a Fuente el Saz de Jarama o la Urbanización Pradonorte de Algete y que se encuentran más o menos a la misma distancia del aeropuerto o Belvis de Jarama que está mucho más cerca?
¿Por qué no hacen lo mismo con la pista 33R, que afecta acústicamente a Torrejón de Ardoz y que se encuentra tan sólo a 2,5 km del aeropuerto?
¿Por qué no hacen lo mismo con la pista 33L, que afecta acústicamente a San Fernando de Henares y Mejorada del Campo y que se encuentran tan sólo a 2 y 8 km respectivamente del aeropuerto?
¿Será que los vecinos de Belvis de Jarama, Fuente el Saz de Jarama, la Urbanización Pradonorte de Algete, Torrejón de Ardoz, San Fernando de Henares y Mejorada del Campo no son ciudadanos con los mismos derechos ante los ojos de AENA?
¿Qué costes ambientales, de incremento de emisiones contaminantes, para los municipios cercanos al aeropuerto van a tener estas medidas antirruidito? ¿Qué costes van a tener estas medidas antirruidito para las compañías aéreas?
¿Cuánto combustible se va a desperdiciar cada vez que un avión tome por la 18L en vez de por la 18R?
Desde Las mentiras de Barajas pedimos a pilotos y controladores que no cedan a las presiones de AENA y sus "recomendaciones" para que los privilegiados de su bien-querida-y-bien-tratada-urbanización-de-Santo-Domingo no sufran "ruidito" y que hagan las aproximaciones en las condiciones más seguras posibles. La seguridad ante todo.
Si los vecinos del entorno aeroportuario no quieren ruido lo tienen muy fácil: sólo tienen que pedir a AENA que implante las operaciones segregadas y simultáneas en las pistas paralelas 33/15. Adiós ruido y bienvenida seguridad. Dos por el precio de uno.